Florecer en el piano

585

Cuando se ve a una mujer de peinado alborotado, cuerpo menudo y que parece frágiles divirtiéndose como una chiquilla en el piano, pero a la vez con la concentración de un equilibrista oriental, no es sino escuchándola que se cae en cuenta de que es una virtuosa del instrumento y una de las grandes revelaciones del jazz de los últimos tiempos.

Ella es la pianista japonesa Hiromi Uehara, quien estará presente en el Teatro Diana con su The Trio Project, conformado por el bajista Anthony Jackson, considerado uno de los más notorios exponentes del instrumento en el jazz, y el baterista Simon Phillips, quien desde sus posibilidades no sólo jazzísticas sino también de rock progresivo y heavy metal, ha formado parte de bandas como The Who, Toto y Judas Priest,  y que juntos interpretarán las piezas de Alive —su más reciente producción publicada en 2014— la noche del domingo cuatro de octubre.

Hiromi, nacida en 1979, comenzó a estudiar piano clásico a los cinco años para después ser iniciada en el jazz por su propia profesora. Con esa solida formación pudo tocar a los catorce años con la Czech Philharmonic Orchestra. Luego, la vida la pondría en el camino del gran Chick Corea a quien conocería por mera casualidad en Tokio, cuando apenas contaba con diecisiete años, y ante ese fortuito encuentro, él la invitaría a tocar a su lado en un concierto que ofrecería al día siguiente. Años después grabaría un disco con Corea.

Su debut oficial en el mundo del jazz sería hacia 2003, y desde entonces ha participado en numerosos festivales y conciertos en los que ha podido compartir el escenario con jazzistas tan importantes como Stanley Clarke, además de haber realizado varias producciones como solista y al lado de otros músicos.
En entrevista para este medio, Hiromi dice, respecto a cómo ha sido su evolución musical entre sus últimos proyectos y el último álbum, que “ya que he estado tocando con Anthony y Simon por cerca de cinco años, entre más tocamos es mejor. Juntos tenemos una química mágica en la música”.

Como es evidente que goza tanto en el escenario, es inevitable preguntarle si para ella componer e interpretar música es un arte o un simple juego placentero. Y sólo atina a decir que “es algo sin lo que no puedo vivir. Yo vivo para tocar tanto como lo hago para comer y dormir”.

La música de Hiromi está tan plena de energía que por momentos hace pensar que se asiste a una emocionante pirotecnia sin fin, así que la duda aquí es si quiere lograr tal efecto en la audiencia. Pero para ella, “todo lo que pasa durante el show debe suceder de manera natural. No quiero forzar nada. Nada más disfruto la respuesta natural”.

Pero como para realizar su malabares musicales necesita un gran talento y espléndidas capacidades psicométricas, hay que saber si para Hiromi la velocidad y el virtuosismo son condiciones obligadas para hacer jazz. Dice entonces que “sólo tienes que practicar para ser hábil y poder tocar lo que quieres decir con la música, si requiere técnica, tienes que hacerlo así, pero depende de lo que quieras expresar”.

Y aunque como todos los creadores y ejecutantes tiene influencias de sus antecesores o colegas, ¿quiénes conmueven más a Hiromi para crear, los músicos u otros artistas? En su sencilla respuesta no hay otra cosa que una cotidiana y humilde alegría por la vida: “Para mí la inspiración está en todas partes, sólo tienes que ser sensible para percibirla. La calle frente a tu casa puede mirarse igual todos los días, pero si tú quieres verla con inspiración, tienes que ser capaz de encontrar la pequeña flor que hoy está floreciendo”.

Artículo anteriorFirma UdeG tres convenios de colaboración con Santander Universidades
Artículo siguienteLista FIL 2015 con Reino Unido como país invitado de honor