Falsos universitarios en el pueblo

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Dos denuncias. La primera: cinco mujeres presentándose como “doctoras” y “psicólogas” de la Universidad de Guadalajara llegaron al pueblo de Temacapulín. Ni dieron medicinas. Ni escribieron recetas. En cambio preguntaron: “¿De qué material está hecha su casa?”, “¿Cuántas personas viven ahí?”, “¿Cuántas recámaras tiene?”. Los habitantes, quienes se enfrentan a la posibilidad de que inunden su pueblo, dudaron del “equipo universitario” y les exigieron mostrar sus identificaciones. Las “doctoras” presentaron credenciales de estudiantes, ya vencidas, de la Universidad de Guadalajara. La prueba no bastó para los temacapulineses y les solicitaron un documento para conocer la validez del estudio médico que realizaban en su terruño.
Las entregaron tres hojas con el título “Programa” en el que se lee el objetivo general: “Identificar factores de riesgos psicosociales y proporcionar herramientas de auto cuidado y de afrontamiento a la población”. En el mismo documento están los objetivos específicos, entre ellos “generar elementos básicos de autocuidado físico y mental en las diferentes etapas de la vida”.
En el documento sólo se enumeran seis actividades a desarrollar como la selección de grupos, análisis y conclusiones. Aparecen impresiones con un cronograma de actividades. Es lo único que hay. No más. Nada de nombres. Ningún responsable de la investigación, ni teléfono al cual comunicarse, ni centro universitario responsable de la investigación.
Los temacapulinenses dijeron: “Somos ignorantes, pero no tanto”. Más sospecharon cuando la “doctora” les dijo que hacían “un estudio socioeconómico”.
¿La Universidad de Guadalajara estaba realizando algún estudio en aquella zona? La Maestra Martha Beatriz Berea Arce, jefa del departamento de Trabajo Social del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades fue enfática: “Nosotros no tenemos ninguna injerencia en esa población. Si quisiera referirles, que en la carrera de Trabajo Social tienen a partir del sexto semestre un área donde los alumnos van a prácticas, pero esas prácticas son reguladas y se hacen dentro de la Zona Metropolitana de Guadalajara también por salvaguardar la integridad de los alumnos. Realmente nuestras prácticas están centradas en Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque. Inclusive los propios maestros supervisan y acompañan a sus alumnos. Definitivamente ningún grupo del departamento de Trabajo Social ha asistido o asiste a esta localidad”.
Que un grupo se haga pasar como parte de la Universidad de Guadalajara es lamentable, insistió la jefa del departamento de Trabajo Social del CUCSH, porque “están ostentando el nombre de la universidad para fines personales”.
En el Centro Universitario de Los Lagos, Raúl Valencia, jefe de comunicación social de este campus reconoció que de manera informal el Instituto de Tecnologías del Agua (ITA) solicitó ayuda a CULAGOS para que estudiantes hicieran un estudio socioeconómico en Temacapulín como detalla: “Por parte del centro universitario no existe tal actividad, lo que sí puedo comentarte es que de manera informal personas del ITA sí buscaron que fuéramos una institución de apoyo para integrar los expedientes para que los vecinos de Temacapulín vendieran o cedieran sus propiedades”.
Por la afectación a la población en caso de construirse la presa de “El Zapotillo”, en el CULAGOS decidieron no apoyar, ni autorizar a los estudiantes a participar en estudios socioeconómicos. Así que aquellas “doctoras” no son de la Universidad de Guadalajara.
Segunda denuncia: La casa del señor Moisés, en Temacapulín, vale menos que hace dos años. Con comprobantes en mano y la indignación por delante se rehúsa a que el poblado sea inundado y denuncia lo que él considera medidas de hostigamiento e intimidación.
El año pasado su casa tenía un precio y un año después su casa valía menos. Valor fiscal 47 mil 570 pesos a tasa 0.16, eso en el 2007. Ahora en el 2009, 26, 030 pesos a la misma tasa 0.16. Cuando la casa valía la primera cantidad pagó 140. 81 pesos; en el 2009, a pesar de disminuir su valor catastral, pagó 128. 38 pesos. Todos estos documentos están registrados oficialmente en el Ayuntamiento del municipio de Cañadas de Obregón. El señor Moisés saca conjeturas: en Temacapulín las casas ya valen menos para que en el momento de la negociación se les pague menor cantidad de dinero a los habitantes.

Ocho horas de transmisiones
El 27 de febrero y durante ocho horas continuas, el equipo de Radio Universidad de Guadalajara transmitió desde Temacapulín, poblado que podría ser inundado en caso de construirse la presa de “El Zapotillo”. El enlace inició con el noticiario matutino de José Díaz Betancourt. Después de este espacio desde Guadalajara transmitió el equipo del programa Señales de Humo con la perspectiva histórica. A las diez, Alonso Torres describió que con la construcción de la presa los temacapulineses viven enfermos. A las once de la mañana, Dolores Hernández dio los micrófonos a los cantantes de la región porque la indignación también se canta. La transmisión finalizó con el noticiario de Josefina Real.
También se grabaron los programas de televisión abierta de la Universidad de Guadalajara, Esferas y Más que Noticias, que hablaron sobre la inminente inundación del poblado jalisciense.

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