Pese a que la lectura es un ejercicio de conversación constante con los más ilustrados espíritus de la humanidad, lamentablemente en nuestro país este hábito no está arraigado y no es una de las actividades predilectas a la que los mexicanos destinen su tiempo libre, lamentó el Rector general de la Universidad de Guadalajara, Carlos Briseño Torres.
En la inauguración de la edición XXI de la Feria Internacional del Libro (FIL), recordó que mientras en México cada uno de sus habitantes lee en promedio 2.9 libros al año (incluido El libro vaquero), en Noruega leen 47, en Alemania 42, y en Estados Unidos, 33.
Exhortó al gobierno mexicano a realizar acciones para la promoción y el hábito de la lectura, “que tiene efectos no sólo económicos, sino también culturales, de perpetuación y superación de la especie, y para el beneficio de la salud de quienes la realicen”.
“De nuestra parte, con eventos como este ponemos nuestra modesta contribución a esta noble causa”, añadió.
A nombre de la Universidad de Guadalajara dio la bienvenida a los participantes y asistentes a la XXI edición de la FIL.
“Todos los aquí reunidos tenemos el privilegio de participar en esta inauguración, que coincidentemente acontece en el siglo XXI. Esta afortunada concordancia nos hace augurarle resultados sumamente satisfactorios”.
El Rector general saludó al escritor Fernando del Paso, galardonado con el premio FIL de Literatura latinoamericana y del Caribe. “Sus indiscutibles méritos literarios lo han hecho acreedor a este merecido reconocimiento”.
En esta ocasión afirmó que Colombia, por segunda vez, es nuestro país invitado. “Hoy hace presencia en la persona de ílvaro Mutis, de Gabriel García Márquez y una pléyade de 60 autores que nos deleitarán con poesía, narrativa, ensayos, conferencias, música y exposiciones, en una variada gama de su riqueza y tradición cultural”.
“Por muchas cosas más, estoy seguro que los visitantes a la FIL se llevarán a Colombia en su corazón”.
Dijo que esta es una fiesta del libro, en la que uno de sus más importantes beneficios intangibles y silenciosos ha sido fomentar el hábito a la lectura, el aprecio por la cultura y el reconocimiento de los méritos y cualidades de los autores.
Al final de su discurso mencionó al escritor argentino Jorge Luis Borges: “decía que de los diversos instrumentos creados por el hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. El libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación”.
