El objetivo son los votantes. “Si los ataques en una campaña no van a mover votantes, entonces para qué”, afirmó el pasado miércoles en su conferencia “Estrategia de ataque y defensa de la comunicación política”, el consultor político estadounidense Ralph Murphine.
En su participación en la III Cumbre Mundial de Comunicación Política, efectuada en Guadalajara, Ralph Murphine se dirigió a los consultores políticos diciendo que no hay fórmulas iguales para cada campaña.
“Se pueden leer todos los libros del mundo sobre futbol, pero con esto no se puede ir a una copa mundial, porque se aprende en el campo, se aprende haciendo el trabajo”.
El especialista, quien ha trabajado en cientos de procesos electorales en diversas partes del mundo, aseveró que la clave en la estrategia de ataque y defensa es la investigación, pues se debe investigar para segmentar a los electores.
“Si yo estoy con Peña Nieto, no vale mucho mandar cartas o tocar puertas de López Obrador. Dudo que puedan persuadirlos. Deben ser distintos mensajes, distintos mensajeros y distintos medios para persuadir, de acuerdo al segmento de la población, pues no siempre el mismo eslogan funciona para todos los electores”.
Durante su ponencia, Murphine explicó algunas estrategias de ataque, así como los elementos que se deben tomar en cuenta antes de decidir atacar en una campaña.
“Si hay ocho opciones y sólo un ganador, no tienes que ser un analista político brillante para descubrir que atacar no es necesariamente la mejor estrategia”.
Opinión pública
A poco más de un mes de que finalicen las campañas electorales, el presidente de la empresa de investigación de mercado y opinión pública, Consulta-Mitofsky, Roy Campos, planteó un panorama electoral basado en datos producidos por su empresa durante su conferencia “Opinión pública y comunicación política”.
Fueron cuatro variables las que el analista tomó en cuenta para describir la situación electoral: el partido, el voto, el candidato y la continuidad.
Informó que el Partido Revolucionario Institucional llega a estas elecciones gobernando 20 estados del país, en los que se concentra el 54 por ciento del total del padrón electoral, pero además, del total de los votos registrados en los 32 estados en las últimas elecciones, el PRI obtuvo 48 por ciento del total.
Adicional a ésto, explicó que el PRI postuló al candidato mejor posicionado en cuanto a puntos positivos sobre la percepción de la gente, con casi 40 por ciento y que además, el gobierno de Calderón termina su gobierno con apenas 52 por ciento de aprobación.
A su decir, el PRI cuenta con mayor número de estados bajo sus gobiernos, registró la mayor cantidad de votos en las últimas elecciones del total de los estados, tiene al candidato mejor evaluado.
A Calderón “quienes lo evalúan bien son los panistas, el 92 por ciento dice que todo está bien, pero los que no son panistas dicen que todo está mal, con sólo el 42 por ciento de aprobación. Entonces, si eres panista, me niego a echarle la culpa de lo malo que me pase, pero si no, le echo la culpa al gobierno de todo lo que me pasa. Eso se llama polarización”.
A la pregunta de si puede cambiar el panorama como en 2006 -cuando el candidato López Obrador, candidato puntero, perdió más de 20 puntos durante el proceso de campaña-, afirma Roy Campos que aquel suceso fue resultado de una campaña en contra de López Obrador, que con las nuevas reglas impuestas por el IFE, resultaría difícil repetir.
“Hubo spots que hoy el IFE prohibiría. No se valen campañas negativas. Hay derecho de réplica. La campaña ahora es de 90 días y ahora los spots se tienen que mandar previamente al IFE”.
