El narcotráfico y el crimen organizado es un problema multifactorial que atraviesa todos los sectores de la vida social, tanto en lo público como en lo privado, coincidieron especialistas de la Universidad de Guadalajara coautores del libro Salud, violencia, drogas y narcotráfico.
Bertha Lidia Nuño Gutiérrez, investigadora del Centro de Estudios e Investigaciones en Comportamiento, adscrito al Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), afirmó que no hay un ámbito en México que escape a los efectos que el narcotráfico significa en todos los niveles de la sociedad.
Dijo que no sólo las personas adictas necesitan una atención de salud, además de requerir recursos para su rehabilitación; sino también las ciudadanas y ciudadanos que deben pagar las consecuencias de la inseguridad, la violencia, los impuestos que aportan para combatir a los grupos del crimen organizado y que podrían solucionar otro tipo de problemas.
“Es un problema multidimensional y es casi imposible decir que afecta a un sector más que a otro; uno pensaría que porque no se consumen las sustancias está exento del problema, pero la realidad es que nos afecta a la sociedad toda, pues con nuestros impuestos estamos pagando servicios de salud de las personas adictas, que no pueden ser personas funcionales, que pierden días laborales, que tiene efectos en todas las dimensiones: social, familiar, individual y económica”, explicó Nuño Gutiérrez.
Además de las miles de muertes, las desapariciones y la inseguridad que la lucha contra el narcotráfico ha dejado en el país, Axel Orozco Torres, académico del Centro Universitario de los Valles (CUValles), enfatizó que éste también ha traído problemas económicos a las y los mexicanos, pues se han modificado las relaciones de poder en ciertos lugares que antes eran considerados como tranquilos.