El valor de educar

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Las más recientes cifras de cobertura y evaluación educativa muestran que en el país la tarea de formación de ciudadanos significa un enorme déficit y nos plantea un deterioro, que se observa con mayor fuerza en la educación básica y la educación media superior, aseguró el rector del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), maestro Tonatiuh Bravo Padilla, al participar en la mesa “Un balance de las políticas públicas sobre formación de ciudadanos, del encuentro “Educación por la democracia”, organizado el pasado 30 de septiembre, en el campus del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente  (ITESO).
“Si entendemos que la educación es la tarea de elevar el espíritu de los hombres y mujeres al punto más transcendente, es oportuno citar a Savater quien nos indica que el valor de educar no sería válido si no se acompaña de un proyecto de nación; la democracia educa en defensa propia, la ética y la educación son los caminos para encontrar la libertad, también nos conmina el escritor”, afirmó.
Bravo Padilla también recordó que el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, dijo que educar es forjar seres libres y activos, es una de las funciones de la  educación contemporánea que debe ser hoy contraria a los fundamentalismos de todo tipo, étnicos religiosos y trocarlos por la pluralidad para ser efectivos en la construcción de la ciudadanía, dijo.
Por su parte, en el mismo escenario la Coordinadora del Doctorado en Tecnologías de la Información, del CUCEA, doctora Aimeé Figueroa Neri señaló que la  democracia no es solo es el tema electoral, “desde mi perspectiva es también la educación pública y valores como la responsabilidad y la tolerancia política, pero centrados en los derechos humanos garantes de la libertad “, indicó.
Figueroa Neri dijo que el balance de las políticas públicas de la educación en México son un fracaso, “desde Vasconcelos no ha habido un proyecto de nación, desde aquellos años, la educación se centraba en un nacionalismo que retomaba los valores étnicos y otros. La educación pública es la que nos hace la posibilidad de la convivencia social con las sociedades intermedias, pero la educación pública es lo central”.
“Desde mi punto de vista existen hoy tres vicios públicos que son: la indiferencia hacia los asuntos públicos, la intolerancia con nosotros mismos, como la religión, las preferencias sexuales y otros temas, así como la falta de civismo total como se aplica a las personas de la otra edad y el medio ambiente.

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