A pesar de su inmensidad, los océanos alrededor del mundo también son susceptibles al cambio climático provocado por la humanidad, y aunque el daño es considerable en la actualidad, aún existen esperanzas para preservarlos y conservarlos.
El ser humano ha provocado un aumento en los gases de efecto invernadero en la Tierra, lo que también ha detonado el calentamiento de los océanos, que a su vez pueden causar cambios en el aumento del nivel del mar que afecten a ciudades costeras.
“Los gases de efecto invernadero hacen aumentar la cantidad de la radiación solar que nos llega al planeta, eleva la temperatura, y una vez que se eleva la temperatura es cuando hay calentamiento global, y eso impacta en todos los elementos del clima”, explica Hermes Ulises Ramírez Sánchez, investigador del Instituto de Astronomía y Meteorología de la UdeG.
Ramírez Sánchez menciona que una vez que se eleva la temperatura los océanos aumentan su volumen, lo que provoca que los niveles de las cuencas oceánicas se eleven y puedan provocar inundaciones, lo que también afecta a la biodiversidad.
Por ejemplo, este desequilibrio puede afectar al fitoplancton que habita los océanos, que se encarga de producir la mayoría del oxígeno que consumen otros seres vivos en la Tierra.
