El patrimonio cultural de Temaca

1946

El poblado de Temacapulín cobró una especial relevancia durante 2007. Su asentamiento privilegiado, en un fértil valle con aguas termales, lo coloca en el sitio ideal para construir una represa que beneficie a las ciudades aledañas de Tepatitlán, León, Guadalajara, dotándolas de agua.
La construcción de la presa del Zapotillo significa para Temacapulín la extinción: desaparecer del mapa de Jalisco bajo las aguas.
Temacapulín forma parte del municipio de Cañadas de Obregón, cuyo Plan de desarrollo 2007-2009 se vinculó con la industria agropecuaria; el municipio se autonombra “líder en el contexto regional en ecoturismo rural.” Las condiciones para elevar el nivel de vida, consideradas en los objetivos de ese documento, no mencionan la desaparición de Temaca, como es conocida la población entre sus habitantes, sino que la planeación vislumbraba el desarrollo de la actividad turística como detonante para su crecimiento.
El proyecto denominado Micro-región, animaba el mejoramiento de las vías de acceso, que permitirían a los turistas llegar con mayor facilidad al templo de la virgen de los Remedios, construcción cuya antigí¼edad data de 1759, así como fortalecer el turismo amante de los ecosistemas naturales, ya que Temaca posee una imponente cascada en tiempo de lluvias, dos balnearios permanentes con agua termal y en el ángulo religioso se distingue por el “Cristo de Temaca”, una figura pintada por la naturaleza en las peñas que circundan una parte del pueblo, cristo evocador de los poemas de Alfredo R. Placencia, sacerdote escritor que vivió ahí entre 1908 y 1912.
Las características naturales y el ámbito cultural harían pensar a cualquier turista que Temaca está más cerca de convertirse en un Pueblo mágico, que ser un poblado señalado para sucumbir.
El término Pueblo mágico surge de un programa desarrollado por la Secretaría de Turismo para dar realce a distintos sitios mexicanos. Su objetivo es reconocer el valor turístico de las localidades para atender la demanda de los viajeros que desean acercarse a la cultura, tradiciones y aventura en escenarios naturales, o simplemente para observar la vida cotidiana de las poblaciones rurales.
El pueblo seleccionado deberá tener ciertos atributos, como leyendas, historia o hechos trascendentes que lo hagan único y destacable. Deberá estar dotado de una especie de magia, de encanto que cautive a un número creciente de público.
El proyecto Pueblos mágicos marca un reconocimiento a los pobladores de estas localidades, porque su gente ha sabido conservar su herencia, su patrimonio.
Temacapulín es un pueblo que goza de un sinnúmero de atributos turísticos simbólicos y diferenciados. Se recrea con una belleza única que refleja su ambiente, tanto natural como cultural.
Poseedor de estos elementos, podemos decir que Temaca es sin duda un lugar turístico y que al igual que Tapalpa, Tequila y Mazamitla, presenta esa magia, ese encanto exclusivo del lugar, ese valor singular que motivaría al reconocimiento.
Entre sus sitios de interés destacan el río Verde, que pasa a escaso un kilómetro, por el este, rodeando al pueblo por el norte y el oeste; un ambiente boscoso: mantos de cedros, fresnos, pastizales que dan a los ojos del espectador un verdadero placer estético.
Las ruinas del panteón viejo (desde él se tiene una vista panorámica de todo el pueblo); el templo dedicado a la virgen de los Remedios, del siglo XVIII, estilo colonial; una buena cantidad de fincas de la misma época, como son las Casas Reales, donde hasta la fecha han estado la oficina del Registro Civil y demás servicios de gobierno.
El otro patrimonio es el intangible, aquella parte inmaterial que permanece viva, conservada y distinguible en el ambiente. Algunos de los puntos más sobresalientes de su historia se remontan a la llegada de los españoles a ese territorio en 1531, asentándose que desde el siglo XII ya era una comunidad indígena.
Las fiestas patronales a Nuestra Señora de los Remedios tendrán lugar en Temaca del 31 de diciembre al 8 de enero de 2008. A su novenario acuden los “hijos ausentes”: preparadas están las campanas para los repiques y la plaza para el colorido de los cohetes. Las familias de esta población cantarán las mañanitas el 4 de enero, muy temprano, para continuar con la fiesta grande, que incluirá serenatas y castillos todos los días a partir de éste; juegos pirotécnicos pagados por los hijos ausentes de Oklahoma, Monterrey y San Francisco, California. Cada noche, junto con las luces del castillo en turno, la plegaria involucrará el deseo de que se garantice la paz espiritual de un pueblo que se resiste a morir.

* El equipo de investigación, “Grupo literario los ocho”, se encuentra conformado, además, por Adriana Esparza, Christian César Hernández Sandoval, Cynthia Liliana Real Rameño, Ana Cristina Reyes Díaz, Omar Alejandro Ruiz Ramos, Penélope Citlalli Sánchez Pimienta y Karen Serrano.

Artículo anteriorílvaro Mutis
Artículo siguienteReconocimiento a profesores de tiempo completo con perfil deseable del programa de mejoramiento del profesorado (PROMEP)