Delicada oscuridad

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La imperiosa necesidad de reinventarse tras el triunfo, de encontrar un camino claro para mantener la magia y el asombro, con la finalidad de crear música que despierte los sentidos. Para Interpol esto constituye un reto constante, una manera de diferenciarse de los grupos que corresponden a su generación (algunos ya fuera de escena).
Tras emprender la marcha desde la independencia, conseguir éxito y cruzar el territorio de las compañías transnacionales, para después volver a su sello de cabecera, Matador Records, la agrupación administra sus esfuerzos para producir música de calidad, que persiga cada vez más su propia naturaleza. Circunstancia que describe el momento actual que los creadores deben afrontar.
Su cuarto y más reciente disco permite aventurarse en pasajes que conservan la delicada oscuridad que caracteriza al grupo, uniéndose a intervalos que trastocan la realidad y la convierten en un sueño amenazante, pero que al mismo tiempo resulta irresistiblemente conmovedor. Canciones como “The undoing”, “Lights” y “Always malaise”, indican la capacidad de la agrupación para transformarse, para dar un certero golpe a los sentidos. Desde esa raíz, Interpol continúa firme su camino.

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