De la paranoia a la solidaridad

598

El kinder “Mundo infantil”, ubicado en la colonia Las íguilas, trabaja con miedo después del rumor que surgió en las redes sociales sobre el presunto secuestro de niños en Guadalajara, del cual no existen casos confirmados.
No hay policías, pero como si se tratara de un reclusorio, las maestras custodian la reja y no permiten la entrada a desconocidos. Por atrás de la reja y sin abrirla, la maestra de segundo año lanza una alerta: “Entendemos si no quieren traerlos, y si los traen pedimos que sean muy puntuales a la hora de la entrada y la salida”.
En otro kinder ubicado en La Estancia, el circuito cerrado y la entrega de los niños “mano a mano”, son medidas que se reforzaron, aun cuando los directivos del centro escolar no estaban seguros de la veracidad de las versiones sobre rapto de menores.
“Es un rumor que toda la gente domina. Te desconcierta, porque sabes que puede ser información que llega un poco distorsionada y alterada, pero que como la población infantil es la más vulnerable, querida y frágil, te ves forzada a tomar medidas”, comentó la directora del plantel, quien solicitó omitir su nombre.
A finales de 2011, la Secretaría de Educación Pública informó que en el marco del programa Escuela segura, del gobierno federal, tenían listo el Manual de seguridad escolar. Recomendaciones para protegernos de la inseguridad y la violencia, para aplicarlo en las 198 mil escuelas públicas de educación básica del país. Sin embargo, la directora del kinder de La Estancia, con 19 años de experiencia como docente y tres encabezándolo, dijo desconocerlo.
“Normalmente ese tipo de manuales nos los envían por correo electrónico e indican simulacros de terremoto que debemos realizar, cursos de primeros auxilios, manejo de extintores y otras medidas de protección civil (…), pero no nos ha llegado por parte de la SEP ningún instructivo, catálogo o aviso sobre el tipo de violencia que se vive aquí”.
Más de 15 días después del rumor, asegura la directora que no ven cerca el momento en que puedan volver a laborar en calma.
“Estamos acostumbrados, como sociedad, a no creer en los políticos, ni en nuestros gobernantes. Inclusive las noticias no sabemos qué tendencia puedan tener, pero necesitamos seguir llevando nuestras vidas de trabajo y escuela, pero teniendo mayores precauciones. Esto va a continuar buen tiempo, porque estamos envueltos en este cáncer que está atacando a Guadalajara y a muchas partes de nuestro país”.
Aun cuando la Secretaría de Educación Jalisco y la Procuraduría de Justicia del Estado de Jalisco, así como los medios de comunicación insisten en desmentir los rumores, algunos centros escolares continúan implementando estrictas normas de seguridad, como en el caso de la escuela primaria 35 ubicada en la calle Garibaldi. Cuando el vehículo escolar, a cargo de la señora María Elena, llega a entregar en su casa a los niños, éste no arranca hasta observar que ingresaron a su hogar y cerraron con llave.
En otro sitio de la ciudad, en la secundaria 13, ubicada en Río Colotlán, en Zapopan, el pánico ha sido alimentado por la presencia de patrullas, mientras que en el Instituto América, en la colonia Centro, ningún alumno de primaria y secundaria puede salir del plantel si no es reclamado por algún adulto.
El rumor generado en Guadalajara llegó hasta la Ciudad de México, en donde la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos, A. C., ha recibido llamadas de padres de familia preocupados por la situación. Según información del Organismo No Gubernamental, dirigido por María Elena Solís, no han tenido ningún reporte de niños secuestrados por el narco en Jalisco, pero sí de levantones de jóvenes mayores de 18 años de ciudades del norte de la república mexicana y del Estado de México.

Vender terror
El rumor suscitado en Guadalajara representa una oportunidad para que la sociedad civil se comunique, organice y colabore de manera activa.
“La delincuencia sí está organizada y este puede ser un buen punto de partida para formar una sociedad concientizada, comunicada, que pierda la apatía y se solidarice”, comentó el especialista en materia de seguridad de la Universidad de Guadalajara, Dante Haro Reyes.
La principal fuente financiera de la delincuencia organizada son las extorsiones y el cobro de piso, por lo que estas organizaciones se valdrán de cualquier medio para atemorizar a la sociedad.
“El estado de miedo y paranoia le conviene a la delincuencia. Si una persona sabe que la delincuencia no cumple sus amenazas, los grupos no podrán cobrar sus extorsiones. En la medida en que ellos amenacen y tengan la vendetta del terror, en esa medida podrán obtener recursos frescos para seguir operando”, señaló el profesor del Departamento de Derecho Público, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades.
“Tenemos que protegernos entre nosotros. Por supuesto, con apoyo de las autoridades y así reduciremos el riesgo de que pueda suceder esto en las escuelas”, concluyó.

Artículo anteriorBeat Kaestli
Artículo siguienteResultados definitivos del Programa de Estímulos Económicos a Estudiantes Sobresalientes 2012-2013