Colaboradores imposibles

789

¿Crees que sea culpable?, pregunta Stalin en voz alta, al pensar en su interlocutor, el dramaturgo Mikhail Bulgakov, quien permanece ajeno a sus palabras. Stalin ríe y continúa dudando sobre Bulgakov, ¿de qué más se habrá autoconvencido?… “Matar a mis enemigos es fácil. El desafío es cambiar su forma de pensar, controlar sus mentes. Se trata de enfrentar al hombre contra el monstruo y éste siempre gana”, cierra Stalin.
En un escenario oscurecido por un gris compacto que apenas se salva con una sobria iluminación, el teatro inglés sigue defendiendo su puesto con sólidos argumentos. El Estudio Diana recibió de nueva cuenta una producción del National Theatre of London, en una transmisión diferida de la obra Colaboradores (Collaborators), original de John Jodge, destacado guionista fílmico, autor de películas como Trainspotting, Shallow Grave y The beach.
Ahora, con un discurso claramente distinto, el del teatro, Jodge se aventura en un juego que va de lo histórico a lo surrealista, e incluso toca el absurdo. Resulta interesante ver cómo, luego de tantas vanguardias escénicas que renuncian a la palabra para confundirse con la danza en divertimentos coreográficos, el público sigue gozando del antiguo ritual de escuchar historias.
Los protagonistas son dos personajes históricos claramente enfrentados. José Stalin, líder de la antigua Unión Soviética, inmortalizado por su régimen represivo que llevó al límite en campos de trabajo forzado, campañas de hostigamiento y represión política, así como una gran cantidad de deportaciones y ejecuciones. Del otro lado está Mikhail Bulgákov, narrador y dramaturgo que participó activamente del Teatro del Arte de Moscú del famoso Konstantín Stanislavski, quien en la historia de Jodge sólo aspira a escribir su obra Molií¨re, en la que, irónicamente, relata cómo un escritor se vuelve víctima de un tirano.
Es Moscú, 1938. Bulgakov forma parte de la disidencia. Comparte con otros perseguidos la paranoia y la autocensura, la tragedia del rumor a muerte que los va cercando. La policía secreta permanece husmeando los reducidos territorios de los intelectuales, sus quebrados márgenes definidos por una pasarela en zigzag que conecta dos espacios en los que deambulan los personajes, a veces reales, a veces fantasmas o ficciones de pesadilla. En aquella ciudad, además de la libertad, parecía estar prohibido el sentido del humor, y este es justamente un recurso que utiliza Jodge para dar golpes de timón que mueven la trama al absurdo.
Bulgakov, arrinconado por la policía, recibe la más inesperada de las visitas: Stalin, quien en la víspera de su cumpleaños 60 desea tener una obra que lo celebre. Atrapado por la presión de su perseguidor, incapaz de renunciar a la oferta, Bulgakov termina junto a Stalin en una suerte de sociedad creativa. Alex Jennings (Bulgakov), Simon Russell Beale (Stalin) Mark Addy (policía) integran el extraordinario trío de cómplices temerosos que constantemente mueven de sitio el poder.
Dirigidos por Nicholas Hytner, tanto Russell como Jennings hacen de Bulgakov y Stalin, respectivamente, a veces personajes trágicos en una relación de víctima y victimario y en otras, una suerte de Oliver and Hardy, en delirantes cuadros por los que desfilan enfermeras y antihéroes.
La apuesta del dramaturgo y el director coinciden en sacar los reflectores del aparente pacto diabólico que existe entre los protagonistas, en donde Bulgakov como un Fausto ruso, ha vendido su alma al ponerse al servicio del tirano. No importa cómo se resuelve este pacto, lo importante está en medio, cómo hará Bulgakov para obtener beneficio de esta sociedad mientras mantiene su integridad. El camino es la conciencia del dramaturgo que se manifiesta siempre como una pesadilla hilarante, en la que la relación entre el artista y déspota, produce macabros encuentros en ocasiones imaginarios, otras veces clandestinos y también reales. Son dos los asuntos primordiales para el escritor: el compromiso y su reputación. El Molií¨re de Bulgakov se vuelve él mismo en un delirio que el público agradece y aplaude.

Artículo anteriorResultados definitivos del Programa de Estímulos Económicos a Estudiantes Sobresalientes 2012-2013
Artículo siguienteDictamen admitidos a licenciaturas ciclo 2012 A