Clowning para volver a ser niño

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No tiene que ver con granjas, mugidos, ni leche: La Vaca es un lugar debajo de la tierra, en lo más profundo de un árbol, donde yacen los pensamientos, y en el que justamente cuatro payasos bailarines, que decidieron abandonar sus vidas, se encuentran para bailar y cumplir los retos que los transformarán de nueva cuenta en niños.

Los egresados de la Universidad de Guadalajara Laura Castellanos, Germán Águila, Totó Cortés y Ana Alatorre dan vida a estos simpáticos personajes en La Vaca, obra que cuenta cómo estos protagonistas transitan por cuatro lugares, dejando risas y diversión a su paso. “Pasan por donde está la pesadez, el poder, la vitalidad, para llegar a uno que tiene que ver con el niño, la vulnerabilidad y la soltura de las cosas; todo esto en medio de escenas bastante absurdas y graciosas”, explica el director de la puesta en escena, Michel Alzaga, quien forma parte del grupo Claunódromo.

Este proyecto, apoyado por el programa Proyecta de la Secretaría de Cultura, ha dejado una estela de risas en diversas partes de Jalisco, pues ha formado parte de la Muestra Estatal de Teatro, la Muestra Jalisco Circo y el Festival Cultural de Otoño de Lagos de Moreno; en junio, estará en la Ciudad de México.

La Vaca está basada en elementos que tienen que ver mucho más con elementos del cine y la música que con el teatro mismo, pues el escenario, las actuaciones y hasta la música transportan a un envolvente mundo cómico. “Tenemos un proceso de creación bastante particular, el clowning, creo yo, viene más del pensamiento de la danza, la música, viene de instintos diferentes, el tiempo, la risa. Las propuestas de iluminación y lo que escuchamos suman a la comedia”.

En el clowning, la cuarta pared siempre está rota, hay juego e improvisación, en esta obra no es la excepción, ya que los personajes interactúan con el público. Su vestuario, además, es alucinante y está inspirado en tribus africanas. “Los atuendos conservan a los personajes vulnerables, graciosos, y casi deshumanizados, es un como mix de salsas”, comenta Michel Alzaga.

“Hay una reflexión en torno a los personajes. Al principio están ahí, conviven y se ríen, pero al final se dan cuenta de que están solos y lo que los acompaña es el espíritu”, describe el director.

Este espectáculo de payasos dancísticos se presentará en el Teatro Jaime Torres Bodet el 8 y 9 de mayo a las 20:00 horas, y el 11 de mayo en el Auditorio del Lago, de Ajijic, Chapala, a las 19:00 horas.

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