Primero fue la poesía, luego todo lo demás. Así la relación de José Ramón Velasco Medina con las letras. El escritor, nacido en Ameca, se acercó a lo poético gracias al taller literario de Elías Nandino. Sin embargo, la poesía no ha sido la única ocupación de Velasco. De muy joven tuvo la iniciativa para crear el “Agosto Cultural” en Ameca, del cual este año fue celebrada la trigésimo sexta edición. En el evento de clausura se desveló una placa en reconocimiento a quien hace más de tres décadas propuso la formación del festival. Más recientemente, promovió la creación de tres bibliotecas públicas. Velasco además estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Abogacía en la Universidad de Guadalajara (UdeG), donde da clases desde 1988.
El número más reciente de Punto en línea —publicación literaria de la UNAM— incluyó el cuento de Ramón Velasco “Última llamada”, que da nombre a un libro que compila varios relatos del oriundo de Ameca. Sobre esta pieza, Velasco dice que es muy contemporánea y “producto de un quehacer literario no sólo poético sino periodístico y narrativo”. Y es que el también académico de la Universidad de Guadalajara fue muy cercano a la poesía pero, tras la muerte de Nandino, en 1993, su escritura dio un giro. Tomó el sendero de la narrativa. Su experiencia como periodista, cuenta Velasco, le ayudó a desarrollar “cierta habilidad” para contar historias.
Para José Ramón la escritura “es parte de una culminación en un quehacer, en un desarrollo de toda persona que está comprometida con este oficio de la literatura”. Tras varios años de oficio, Velasco cuenta con más de ocho libros publicados: El libro de la felicidad y la esencia del amor, Palabras de agua y Última llamada son los más recientes.
Textos suyos han sido antologados en numerosas ocasiones. Parte de su trabajo puede consultarse en ramonvelascomedina.com. Al ser cuestionado sobre su relación con las letras, José Ramón es claro: “Yo me encuentro en segundas nupcias con la literatura”.
