¡Cada gota cuenta!

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080919 ciudad y region fotos de inundacion y caos vehicular provocado por las lluvias de la tarde, en la foto la ave mexico, con enormes olas. foto giorgio viera.

En el próximo mes de agosto, celebrarán, en Kuala Lumpur, Malasia, la 14ª reunión internacional de la Asociación Internacional de Sistemas de Captación de Agua de Lluvia (www.ircsa.org), que tiene como propósito reunir a especialistas de todo el mundo para mostrar sus avances y desafíos en las investigaciones relacionadas con el aprovechamiento de las aguas pluviales.
Este evento nos invita a reflexionar sobre qué estamos haciendo en Guadalajara con las aguas pluviales. Año con año somos testigos de cómo durante el temporal de lluvias nuestras calles se convierten en ríos que arrastran todo lo que encuentran a su paso, cómo algunos carros son rebasados por los grandes escurrimientos, las casas se inundan por los flujos que entran de las calles y que salen por los sanitarios y las coladeras; los pavimentos son dañados. Podemos seguir citando más daños.
Se pudiera pensar que esta situación caótica es aislada y poco frecuente, pero desafortunadamente ya tiene mucho tiempo, y se repite año con año.
La pregunta que se hacen muchos ciudadanos es ¿por qué no aprovechar tanta agua? Y enseguida se desprenden otros cuestionamientos: ¿por qué permitimos que el agua de lluvia, con una calidad aceptable, se mezcle con aguas negras? ¿Por qué nos damos el lujo de no aprovechar tan importante cantidad de agua y a la vez gastar tanto dinero en estudios para ver la posibilidad de construir una mega presa en un lugar tan contaminado como el Río Santiago y obtener aguas de dudosa calidad?
La mayoría de las veces no se valora con objetividad la posibilidad de que la captación del agua sea factible. Se menosprecia este potencial, dejando que cada gota se vaya al drenaje.
El gobierno en cada temporal enfrenta el dilema de qué acciones tomar para solucionar el problema de las inundaciones (muchas gotas no captadas). Por lo regular son propuestas costosas y difíciles de implementar, pero una vez que pasa el temporal, no vuelven a tocar el tema, hasta el próximo temporal.
No existe una conciencia política ambiental que incentive la captación de las aguas pluviales.
Es necesario conocer lo que podemos hacer con las aguas pluviales antes de establecer propuestas técnicas.
Denominaremos agua de lluvia a la cantidad de agua que no toca el suelo o superficies, y las pluviales serán las que sí lo hagan. Las pluviales pueden ser almacenadas en cisternas, quedar en las plantas, ser aprovechadas para consumo humano, para riego, para estanques y propiciar deportes acuáticos, y para crear paisajes urbanos agradables.
Sin lugar a dudas hay más aprovechamientos.
La pregunta que surge es: ¿existen propuestas técnicas sustentables? La respuesta es sí. Estas propuestas no se limitan sólo a la construcción de megatubos que permitan el desalojo pronto de las aguas pluviales, a los que tradicionalmente se recurre. El enfoque que prevalece hoy, es ingenieril y deja de lado otros puntos de vista y disciplinas.
Prevalece el punto de vista de que controlar las aguas pluviales es un asunto de ingenieros. Sin embargo, el enfoque promovido en el ámbito mundial es que resulta necesario considerar los aportes de otras disciplinas o sectores que intervienen en el manejo de las aguas pluviales, y sobre todo, la participación de la ciudadanía de manera comprometida.
¿De qué forma la ciudadanía puede participar? Captando el agua pluvial en sus casas. Parte de la Zona Metropolitana de Guadalajara se encuentra cubierta por las miles de azoteas de las casas de los tapatíos. De manera natural estos espacios se convierten en potenciales superficies de captación. Este tipo de captación es denominado microcaptación.
Consiste en utilizar la azotea como área de recepción, para luego conducir los flujos pluviales a través de tubos a cisternas subterráneas o superficiales o también a pozos de infiltración.
El uso de esta agua puede ser desde para la limpieza doméstica y riego, hasta el consumo humano, dependiendo del sistema de purificación a implementar.
Con las microcaptaciones disminuye la cantidad de agua que entra a los colectores, de por sí ya saturados. En segundo lugar, existen las macrocaptaciones, que consisten en la proyección de estanques, a los que a través de colectores de aguas pluviales se canalice el agua para realizar dos funciones: almacenar, para retardar el ingreso de las aguas pluviales en colectores que se encuentren en las partes más bajas; y para propiciar la creación de espacios abiertos para la recreación, como parques con estanques.
Para que estas acciones sean una realidad, es necesario un cambio de cultura en el manejo de las aguas pluviales, no sólo en los gobernantes, sino en los ciudadanos. Si no cuidamos el agua y no la aprovechamos es porque no la valoramos. ¡No olvidemos que cada gota cuenta! Para tal cambio de percepción resulta urgente conocer para cambiar.
Conscientes de esta realidad, invitamos a los ciudadanos a que conozcan las formas de aprovechar el agua de lluvia, en el primer curso titulado “Manejo sustentable de aguas pluviales en centros urbanos”, a celebrarse el próximo julio. Les invitamos a que se den esta oportunidad de conocer para cambiar.
Para mayor información pueden comunicarse al correo info@gleasonconsulting.com o consultar la página: http://www.gleasonconsulting.com/aguaspluviales.html Permitámonos la oportunidad de captar cada gota, que sin lugar a dudas, nunca será demasiado tarde para empezar a hacerlo.

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