Bajar de peso con el agave

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El consumo de agavinas o fructanos provenientes del agave (polisacáridos de la fructosa del agave) se relaciona con la disminución del peso corporal y el control de desórdenes metabólicos asociados al sobrepeso y la obesidad, como los altos niveles de colesterol y triglicéridos.

Lo anterior es el resultado de unos estudios que fueron presentados en el Simposio “Agavinas: prebióticos para el manejo de la obesidad”, organizado por la Subdirección General de Enseñanza e Investigación del Hospital Civil de Guadalajara y el Centro de Investigación Clínica y Medicina Traslacional.

El consumo de estos fructanos del agave aunado a una dieta baja en grasas y carbohidratos puede acelerar la pérdida de peso corporal y mejorar la salud significativamente. Las principales fuentes de fructanos provienen tanto de la raíz de achicoria como del agave.

Héctor Raúl Pérez Gómez, director general del Hospital Civil de Guadalajara, recalcó, al inaugurar el simposio, que de forma conjunta la obesidad y la diabetes representan el más serio problema de salud pública en el mundo y México no es la excepción. El 12 por ciento de la población mexicana tiene diabetes y de estos casos, el 80 por ciento tiene como problema base la obesidad.

“Esta revisión científica sobre las agavinas nos permitirá proyectar algunos estudios clínicos a través del Centro de Investigación Clínica y Medicina Traslacional”, agregó.

De acuerdo con las investigaciones realizadas por las doctoras Mercedes G. López, Alicia Huazano-García y la maestra María Blanca Silva Adame, todas ellas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en Irapuato, el primer efecto al consumir fructanos es un cambio en la microbiota intestinal. Estos prebióticos producen, en un complejo proceso, ácidos grasos de cadena corta que participan en reacciones bioquímicas de lipogénesis y colesterogénesis, lo que da como resultado una disminución en los niveles de triglicéridos y colesterol en el organismo.

Por otra parte, estos ácidos grasos tienen un impacto positivo en el tejido adiposo, ya que se ha visto una disminución de masa grasa. Asimismo, los procesos de estos componentes inducen un estado de saciedad y un incremento de insulina lo que resulta en una disminución de los niveles de glucosa en sangre.

Estos descubrimientos alientan, a decir de las científicas invitadas al simposio, el grave problema de salud pública que representa el sobrepeso y la obesidad en México, que de acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2016, afecta en diferentes grados al 72 por ciento de la población adulta y el 33 por ciento de la población infantil.

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