Avanza investigación sobre cáncer bucal

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Un grupo de académicos, encabezados por Sandra López Verdín, investigadora del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), lograron detectar una proteína llamada E-Cadherina en cantidad mayor a 3.7 microgramos por mililitro en la saliva de enfermos de cáncer bucal.

Los investigadores encontraron que conforme iba incrementando esa proporción el cáncer era más agresivo.

Lo que pretende el equipo mediante la detección de E-Cadherina en la saliva es un método de diagnóstico para el cáncer de la cavidad oral más cómodo, que no genere dolor.

Éste en la actualidad se puede lograr por medio de una biopsia. Es decir, se toma un pedazo del tejido que se considera cancerígeno, lo cual es un procedimiento doloroso y molesto para el paciente, que genera secuelas, además de requerir personal adiestrado para la manipulación y conservación de la biopsia.

La función de la E-Cadherina es mantener la cohesión de las células en un estado normal, y lo que el cáncer ocasiona es una reprogramación del organismo. “Llega un momento en que éste ya no se defiende, y lo que hace un ambiente cancerígeno es hacer cortes a la E-Cadherina y, entonces, esta proteína incrementa conforme la enfermedad avanza”, explicó López Verdín.

La investigadora detalló que, en etapas tempranas, las células cancerígenas mantienen la cohesión, de modo que el cirujano las puede delimitar y eliminar del organismo. Cuando hay células satélites desplegadas del tumor, entonces ya alcanzaron vasos sanguíneos y van a generar tumores en otras partes del cuerpo, y el diagnóstico es un cáncer agresivo.

Para hacer la investigación la muestra se dividió en un grupo de control conformado por diez personas sanas y 40 enfermos. El propósito es incrementar la muestra en una segunda etapa de la investigación para conocer las diferentes concentraciones de E-Cadherina según sea el grado de desarrollo del cáncer y hacer diagnósticos precisos.

López Verdín, quien tiene formación profesional como Cirujano Dentista con especialidad en Patología y Medicina Bucal, se enfocó en buscar en la saliva la proteína E-Cadherina, que no se había detectado antes en este fluido pero sí en la sangre, la cual suele ser utilizada en análisis para detectar cánceres de próstata y mama, por ejemplo.

La investigación se logró gracias al apoyo de la UdeG, la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y la Universidad de la República de Uruguay.

Se requieren alrededor de 200 mil pesos para iniciar la segunda etapa, en la cual se ampliaría la muestra a 50 casos más de cáncer bucal y otras 170 personas sanas.

La saliva podría ayudar a identificar otros tipos de cáncer, pero se requiere más investigación por parte de académicos enfocados en otras áreas anatómicas del cuerpo.

Falta de higiene y cáncer
El sarro y la presencia de placa dentobacteriana por falta de una adecuada higiene bucal son factores de riesgo para desarrollar cáncer en la cavidad bucal, según concluye la investigación “La pobre higiene como factor de riesgo en el carcinoma oral de células escamosas”, hecha por el cirujano dentista Iroel Alaín Solís Cárdenas, bajo la dirección de Sandra López Verdín.

Solís Cárdenas, egresado del CUCS, para su trabajo abarcó una muestra de 82 personas, 26 de las cuales tenían carcinoma de células escamosas, uno de los tipos de cáncer más comunes y agresivos que afectan a la boca.

Ochenta por ciento de los casos de enfermos de cáncer tenían una mala higiene bucal; sin embargo, carecían de antecedentes de fumar o tomar alcohol, que son dos factores de riesgo, detalló.

Agregó que niveles altos de placa dentobacteriana elevan 17.7 veces el riesgo de padecer cáncer en boca, y la presencia de niveles elevados de cálculo dental, es decir, el sarro, hasta 8.4 veces. Y en el caso del tabaco —considerado el principal factor de riesgo—aumenta el riesgo 4.7 veces.

Sin embargo, el especialista encontró que es más riesgosa una higiene bucal deficiente que el hábito de fumar.

Solís Cárdenas  explicó que la placa dentobacteriana se identifica como la masita blanca que se forma en los dientes, da una apariencia a la pieza dental de más gruesa y amarilla, parduzca o café, la cual se puede remover con el cepillado; al contrario del sarro, que es la misma placa pero endurecida, ya que se mineraliza por el contacto prolongado con la saliva.

Los pacientes con cáncer incluidos en la investigación solían presentar niveles de sarro de regular (cubrían la mitad del diente) a abundante (casi todo el diente). Y detalló que los 56 pacientes que formaban el grupo de control en la investigación y que no tenían cáncer oral, carecían de placa dentobacteriana y sarro, o los niveles eran bajos.

Dijo que es más riesgoso para desarrollar cáncer bucal la abundancia de placa que de sarro. El especialista esto lo atribuye a que la placa contiene microorganismos vivos que pueden generar mayor inflamación; en cambio, el sarro contiene microorganismos inertes.

Explicó que la placa está compuesta de restos de comida y de bacterias que pueden ocasionar gingivitis, caracterizada por inflamación y enrojecimiento de las encías. Ésta puede evolucionar a periodontitis, que se manifiesta, en etapas más avanzadas, con la pérdida del diente. “Esa inflamación sostenida y crónica se asocia con la presencia del cáncer”, subrayó el especialista.

El cáncer de células escamosas consiste en una proliferación anormal y descontrolada de células en la parte externa del epitelio, es decir, la mucosa o piel que cubre la cavidad oral.

Es una enfermedad que avanza de manera rápida y puede pasar desapercibida. Los focos de alerta son una mancha blanca que no se desprende al raspado, una mancha roja aterciopelada o una llaga o úlcera que no sana en más de 15 días. Este cáncer puede avanzar y presentar metástasis en los ganglios del cuello.

Como medidas preventivas hay que cepillarse los dientes tres veces al día de manera adecuada, con movimientos circulares en las caras de los dientes que sirven para masticar los alimentos y en las externas e internas, con movimientos de barrido hacia arriba para eliminar la placa. Son inadecuados los cepillados de violín, ya que sólo embarran la placa entre los espacios de los dientes. Es recomendable, además, el uso de hilo dental.

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