La situación que vive el Volcán de Colima es la más intensa en los últimos cien años: el Coloso de Fuego podría incluso tener una erupción. El ciclo para que esto suceda parece haberse cumplido, advierte David Barrera Hernández, director del Centro de Estudios de la Tierra, del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI).
“Este episodio que está presentando el volcán es muy similar a los diferentes episodios que se han presentado cuando ha hecho erupción en tiempos muy antiguos. Por ejemplo, ha tenido cuatro erupciones violentas y explosivas: en 1606, 1690, 1818 y el 20 de enero de 1913. Si sacamos un promedio, por ejemplo de 1606 a 1690 pasaron 84 años, de 1690 a 1818 pasaron 128 años, de 1818 a 1913, 95 años; y ahorita, 2015, del 20 de enero de 1913 ya pasaron 102 años, entonces los que estudiamos los volcanes, los sismos y los fenómenos naturales sacamos un ‘de entre’ 80 y 100 años.
Probablemente esté ya a tiempo de hacer una erupción violenta y explosiva”, indicó el especialista.
No obstante, Barrera Hernández explica que los resultados de los análisis que realizan los estudiosos tampoco son para alarmar a la población, pero sí reflejan que lo que está ocurriendo en la región es histórico.
“La gente debe saber que puede presentarse en cualquier momento una erupción de este tipo, no sabemos si va a ser suavecita y tranquila, o violenta y erosiva. Más allá hemos visto materiales de avalancha que llegaron a Colima. Vuelvo a insistir: no es con el afán de causar pánico, pero prevenir a la población de que puede presentar un evento mayor. En cien años no habíamos visto algo parecido”.
Recordó que derivado de la intensa actividad de material incandescente, el domo del Volcán de Fuego colapsó. Esto generó un flujo piroclástico con una distancia de aproximadamente de nueve kilómetros. Por las noches se pudo ver como bajaba por la ladera.
“En la erupción de 1913 el tapón bajó hasta 300 metros de la cima. De 1913 a la fecha ya está hasta el tope, el material está saliendo, se empieza a derrumbar por la ladera del mismo volcán; pero es material juvenil, entonces el asunto es grave”.
Aclaró que una erupción es benéfica cuando son cenizas volcánicas, lo que hace que los campos florezcan por las nutrientes, pero cuando viene con derrames constituidos por basalto, por andesitas aerolitas, que son más efusivas, habrá afectación directa al convertir todo en roca.
