Una semana para el cerebro

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El contexto social en el que están envueltos los menores que habitan en orfanatos o casas hogar en el país, puede generar en ellos cierto nivel de estrés emocional que difícilmente es atendido en estas instituciones, reveló una investigación realizada en el sureste de México por el especialista en neurociencias de la Universidad de Guadalajara, Jorge Carlos Hevia Orozco.

El estudio consistió en registros encefalográficos en áreas específicas del cerebro de los menores, con los que fue posible detectar ciertos niveles de estrés que podrían afectar la capacidad de manejar algunas situaciones.

“Estamos hablando de habilidades sociales. Se requiere de una atención especializada, sobre todo en esta parte de la población, ya que es difícil establecer relaciones de confianza con ellos”.

Informó que los efectos del estrés pueden presentarse de diferente manera, como actitudes de rechazo, apatía, desconfianza y a nivel cognitivo en el aprendizaje o la memoria, así como propiciar la obtención de puntajes bajos en algunas pruebas de inteligencia.

Para describir esta situación, Hevia Orozco utiliza el término de “negligencia emocional”, una omisión por parte de quienes dirigen las casas hogar, que se da principalmente por falta de personal especializado que pueda atender las necesidades emocionales de los niños y adolescentes.

“A veces hay personal, pero no es especializado, no son psicólogos. Cuando sí lo son se enfrentan a la proporción de niños y cuidadores, que es de un cuidador por cada 15 niños. No hay una calidad individual para el desarrollo de habilidades sociales”.

Explicó que el seguimiento que se le dé a los menores en este aspecto, debe ser igual al que se les da cuando se trata de peso y talla, pero que no se hace por considerarlo un problema menos dramático que el maltrato físico o sexual.

El proyecto de investigación comparte uno de los objetivos de la neurociencia, añadió el especialista, que es generar la información necesaria para la implementación de programas sociales que contribuyan a resolver el problema.

“El problema es que en México todavía no existen los mecanismos que articulen la investigación con la educación. Es la idea, pero quizá en el futuro. Ahora quizá pueda buscarse en otras áreas no gubernamentales”.

El estrés y comportamiento social será uno de los temas tratados en la novena edición de la Semana del Cerebro Jalisco 2015, en cuya organización participa el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, y que tendrá verificativo del 3 al 23 de marzo.

Entre las actividades, habrá conferencias y talleres sobre los efectos de las drogas en el cerebro y la relación de las neurociencias con la educación.

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