Un viaducto incoherente

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El cinco de junio pasado el gobierno de Jalisco presentó el proyecto Vía Express o Viaducto Aéreo que usará los derechos de vía del ferrocarril para instalar cuatro carriles, a lo largo de 23 kilómetros de extensión, y comunicar al oriente con el poniente y que tendrá un costo total aproximado de 6 mil 500 millones de pesos de origen privado.
Desde entonces se han presentado diversos apoyos así como críticas al proyecto procedentes de distintos sectores y con vastas ordenaciones, tanto desde la perspectiva técnica, como psicosocial y de movilidad urbana.
El proyecto demuestra de entrada que el gobierno del estado no respeta la ley, es decir el Codigo Urbano donde se revisa la viabilidad de un proyecto a través de una discusión donde se podrían abordar temas como el contexto de la movilidad urbana y de un proyecto de desarrollo sustentable para la Zona Metropolitana de Guadalajara, dijo José de Jesús Gutiérrez Rodríguez presidente de la Red Ciudadana.
Agregó que así es como se explican otras tendencias como la violencia en México, “porque si el gobierno no respeta la ley, tampoco los demás y cada quien hace lo que quiere”.
El desarrollo desordenado es la divisa de la Zona Metropolitana con ello no sólo se destaca la contaminación —que el pasado 6 de junio rompió todos los récords—, sino además los atavismos de generar presuntas soluciones basadas “en parches y ocurrencias”, que no se impulsan desde una perspectiva global “sino corta, no integral y sin respeto a las mayorías, porque hoy la mayor parte de las personas se mueve en el trasporte público y no en el automóvil”, señaló.
El también presidente del Colegio de Profesionales de Psicología y académico del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), agregó que al parecer la tecnología no pasa por los grupos de poder, pues no miden los diversos impactos que una obra de esa magnitud genera, “no es lo mismo para los grupos de mixtecos que viven a las orillas del tren que para las clases medias y altas de las zonas residenciales, que se verán afectadas”.

Regresión
Para el académico del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño, doctor Mario Córdoba España, la proyección del Viaducto Express es la confirmación de que las políticas de movilidad urbana son incoherentes y la medida es una regresión en el momento en que más apoyo e importancia debía gozar la movilidad sustentable. “En las acciones, las políticas públicas y privadas en torno a la movilidad le siguen apostando a una ilusión basada en las ciudades estadounidenses y que un entramado vehicular de un millón 700 mil unidades requiere de esa solución, mientras que, lo políticamente correcto, es decir, que si se están impulsando medidas a favor del transporte colectivo y no motorizado, pero eso no es proporcional”.
Córdoba aclara que el balance de la inversión en el transporte privado y otras de índole alternativo es de aproximadamente un 90 por ciento a favor de los autos y ni siquiera se han tomado en cuenta avales para desdoblar otros modelos de racionalidad del transporte, desarrollos de proximidad para que los transeúntes caminen o para combinar modos de transportación en la ciudad”.
“Da la impresión de que ese tipo de acciones forman parte de un discurso romántico del cual se ha apropiado el gobierno y que los esfuerzos y los estudios en realidad no han permeado”. Córdoba España piensa que debido a los estudios recientes sobre movilidad urbana en el 2007, efectivamente se corroboró que el uso del trasporte privado aumentó generando una engañosa concepción de requerimientos de infraestructura, “una demanda encapsulada en un auto”, pues la ocupación de cada automóvil es de apenas 1.3 personas.
El tema del viaducto parece responder más a coyunturas políticas o de especulación inmobiliaria alrededor de ciertas orientaciones metropolitanas, entre otras causas, reflexiona.

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