Un médico y persona excepcional

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Desde 1986, Eusebio Angulo Castellanos ha dedicado su trabajo a la atención y cuidado de los recién nacidos prematuros en el Antiguo Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde.

Después de un sinnúmero de ocasiones en las que le han preguntado por qué eligió esta especialidad, el médico resolvió que se debe a una experiencia personal: “Fui un niño maltratado por enfermeras y médicos. Cuando fui estudiante vi maltrato en algunas áreas donde, debiendo asistirse al niño, no se le daba el trato mejor que a un enfermo se le debe de ofrecer”, menciona el ahora Jefe del Servicio de Neonatología del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara, quien el pasado 4 de octubre fue homenajeado por su trayectoria en la Sesión Académica “Evolución y trascendencia del Servicio de Neonatología en el Antiguo Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde”.

Angulo Castellanos conoció en la UdeG a sus maestros de vida: “Yo me hice pediatra por la figura honorable, destacaba y magnifica que representaba para los estudiantes de cuarto año el maestro Horacio Padilla Muñoz, quien me vinculó a la División de Pediatría de ese entonces, y ratifiqué mi vocación como pediatra. Pasábamos visitas con él, eran magistrales”.

Eligió la especialidad en neonatología cuando veía que morían los niños recién nacidos. “No había con qué atenderlos, no había tecnología, todo era manual, rústico y deficiente. De ahí salió el ánimo”.

Su lucha por construir un servicio de atención de calidad surgió con la implementación de lavamanos, práctica fundamental en la atención de niños prematuros. “El lavado de manos es un acto trascendental en la atención de un bebé, porque su sistema de defensa es muy frágil. La gente que no es responsable no se lava las manos”. Después implementaron ventiladores y equipos de médicos especialistas, y trabajaron en “lograr conciencia y responsabilidad en la atención de los niños”.

La trayectoria de más de tres décadas del también coordinador de Especialidades Médicas del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), siempre ha estado ligada a la Universidad, desde el punto de vista laboral y académico.

“Muchos dicen que la UdeG es su segunda casa. Para mí, es la primera, junto con el Hospital Civil. Aquí he vivido y me he desarrollado”.

En la sesión homenaje del antiguo nosocomio donde se le entregó un reconocimiento a Eusebio Angulo Castellanos, el galeno fue calificado por el doctor Alfonso Gutiérrez Padilla, responsable de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales Externos, como un médico y persona excepcional. El director del OPD Hospital Civil de Guadalajara, Héctor Raúl Pérez Gómez, destacó el papel del homenajeado como un formador de generaciones que “resulten con la suficiente sensibilidad para entender que la atención al neonato significa la atención integral de la familia”.

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