Transporte universitario

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    En el CUCEA hay servicio de midibuses que cubren la ruta del campus universitario a Belisario Domínguez, un servicio útil, pero que tropieza con dos baches que afectan su desempeño, en detrimento de todos los demás usuarios del transporte urbano.
    Primero, los camiones salen del paradero enfrente del campus, deteniéndose a esperar el pasaje a veces durante periodos prolongados de 10 o 15 minutos (hasta que se “llene”). Eligen para ello estancarse justo en medio del estrecho paradero, que en horas pico se sobresatura de estudiantes y personas en general, que ansiosamente solicitan la parada de otras rutas con distinto derrotero. Esto da por resultado que solo algunos se detienen y otros continúan de frente al no haber espacio para estacionarse o por la falta de visibilidad agudizada durante la noche, y ya no hablemos si llueve. ¿Esta idea la pretenden exportar a otros campus?
    Segundo, el camión no se mueve hasta que el chofer considera que lleva suficientes personas a bordo y, para entonces, muchas veces ya hay otra unidad (y a veces dos) esperando su turno para sustituirlo y no moverse, lo que obliga a los que suben a la unidad del campus a esperar mucho tiempo y, a los que necesitamos de otras rutas, a bajar al arroyo vial e intentar detener alguna de las mencionadas rutas.
    Esto podría tener remedio si el autobús quedara al final del paradero, donde no afectaría la visibilidad, tanto de choferes como de usuarios, dejando el espacio adecuado para que otras rutas se detengan y sean abordadas.

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