Teatro de colores

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Despertar la sensibilidad por medio de los colores en niños desde el preescolar, es la intención de la obra De colores, que presenta, desde el fin de semana pasado, una nueva temporada en el Teatro Vivian Blumenthal. Se trata de un musical que habla simultáneamente de temas como los valores, la no violencia, la tolerancia y el amor por los animales y la naturaleza a través de las variaciones cromáticas.

“Para los niños es importante comenzar a notar colores a donde vayan, que vean que en su entorno existen más detalles, entonces empiezan a ser más observadores y, por ende, más sensibles”, comenta el escritor y director de la obra, Eduardo Preciado. Los papeles están todos representados por un elenco femenino: “Elegidas por su talento, por su canto, por su baile, y tenemos una dirección vocal inédita de Franz Bomthanley”.

Las actrices que interpretan el elenco tienen personalidades “con las que todos los niños se pueden identificar, porque son muy diferentes entre ellas. Queremos combinar con los colores, que tienen diferentes matices e intensidades, y simbolizan ciertas cosas. Creo que la obra fomenta que los niños busquen su identidad sin que se avergüencen de sus diferencias”, comenta Vanesa Arroyo, una de las actrices de la obra.

“Cuidé mucho que todo fuera como un juego, para que de esa manera pudiéramos transmitir el mensaje de la obra sin que se dieran cuenta. Ahora estamos invadidos de malas noticias, de violencia y queremos que el público se dé cuenta de esas cosas que nos hacen felices y que tenemos para nosotros”, explica el director.

Por otra parte, la actriz comenta que es un reto distinto actuar para niños: “Tienes que concentrar toda tu energía en no perderlos, en involucrarlos en la obra para que puedan entender el mensaje”.

De Colores busca así, no sólo acercarse a los niños con mensajes positivos que despierten sus emociones, sino, por medio de una producción profesional, lograr que se interesen por el teatro en una actividad indirecta de generación temprana de públicos.

“Para el niño es muy impactante ver cantar a alguien en el escenario. No es difícil acercarlos al teatro, salen fascinados, es un estímulo grandioso para ellos. La ausencia de públicos en el teatro empieza desde ahí, desde que no estamos acostumbrados a ver una obra. Quiero que los niños que vengan a esta función sean futuros públicos de teatro”, finaliza Preciado.

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