Rockwell o el poder de Google

    772

    Días después de conmemorar el 150 aniversario del natalicio del escritor ruso Anton Chéjov con un pequeño retrato insertado en su logotipo, Google provocó una serie de reacciones mediáticas al revestir su página de inicio con un tierno dibujo de dos niños abrazados viendo el ocaso. Era el 3 de febrero, aniversario número 116 del natalicio de Norman Rockwell, autor de esa imagen —“El primer amor”—, y de muchas otras ilustraciones que forman parte medular del imaginario colectivo estadounidense.
    Aunque es dudoso que la obra de Rockwell tenga mayor relevancia que la de Chéjov fuera de sus respectivos países natales, el calendario de Google señala la primera como una efeméride rusa y la segunda como una global, si bien no lo era hasta que Google mismo alzó un cierto viento de interés en cualquier rincón del mundo con conexión a internet.
    El diario inglés The Guardian le dedicó una galería en su sección de tecnología, y otros varios periódicos publicaron la efeméride como nota cultural: ABC en España, Diario Los Andes en Argentina, así como infinidad de blogs que comentaron el acontecimiento con una breve biografía de Rockwell, al tiempo que las imágenes disponibles en internet de su obra y su persona se multiplicaron en todos ellos.
    Las preguntas que surgen de un fenómeno como este son varias: ¿No había otra noticia de mayor relevancia en el ámbito del arte, la cultura o la tecnología ese día?, ¿por qué no causa el mismo impacto el retrato con monóculo de un médico decimonónico que sentó algunas de las bases de la narrativa moderna, publicado de igual forma cuatro días antes?, ¿desde cuándo las efemérides (conmemoración de eventos pasados) se han vuelto noticia (news, en inglés)? ¿Hasta dónde llega el poder de divulgación de Google?, ¿quién es Google para determinar la relevancia o desinterés de un acontecimiento y convertirlo en efeméride, y para determinar si es global o regional?
    A la primera pregunta la respuesta debe de ser “Sí”, pero no nos dimos cuenta. A pesar de que Google no hace público el número de visitas que recibe cada día y de que los datos más confiables no son sino comentarios de internautas en diversos foros (5.4 billones, 100 mil, 200 mil, nadie sabe…), es indudable que la visibilidad del logotipo de este gigante de internet es inmensa y bien capaz de opacar el impacto de que cualquier periódico, revista o sitio web pueda jactarse.
    A la segunda pregunta, sólo se pueden ofrecer elucubraciones por respuesta: quizás el diseño —el busto de un señor con barba anticuada, en tonos de café sobre fondo blanco— no era tan llamativo y enternecedor como la imagen de los muchachitos románticos; quizás nadie lo reconoció; quizás los bloggers y editores nos se sintieron obligados a comentar la efeméride por ser importante solamente para Rusia y no estar catalogada como de interés “global”, o quizás ese día sí había otras noticias más importantes el ámbito del arte, la cultura o la tecnología: el iPad de Apple se había presentado dos días antes y las reseñas, críticas y discusión estaba en su cenit, y se acababa de saber de la muerte del escritor estadounidense J. D. Salinger, por ejemplo.
    A la tercera pregunta se le puede objetar que en español, las noticias simplemente dan conocimiento de un hecho sin importar si es reciente o no, que las efemérides nos ayudan a reflexionar sobre algo que no debemos olvidar, que recordar el pasado es cosa importante para el presente y hasta para el futuro… pero también cabría preguntar si es más importante la fecha en que ha nacido un pintor, o en la que dio el último pincelazo a su mejor obra. Y eso que Rockwell en realidad no era un pintor, según afirma el mismo título de su autobriografía: Mis aventuras como ilustrador. Lo mismo aplica para Chéjov, y también para Darwin, de quién tanto se habló el año pasado y que ahora cae de nuevo en el corazón de las tinieblas.
    La cuarta pregunta nos remite nuevamente al asunto de las estadísticas clasificadas y se relaciona directamente con la quinta, porque habría de suponer que el interés de tal o cual efeméride en Google se refiere a las preferencias de sus usuarios. Pero aunque Google es tan capaz de analizar la información que le proporcionamos con cada búsqueda que nos pone siempre la publicidad adecuada (tan bien conoce nuestras afinidades), ¿lo toma en consideración a la hora de marcar los días del calendario con sus diseños conmemorativos? No lo sabemos, pero la idea le ha gustado a Bing, el buscador de Microsoft, que en lugar de adornar su logotipo pone fotografías de fondo en la pantalla del sitio, que en estos días coinciden en el mismo tema: los Juegos Olímpicos de Invierno, aunque vivas en el trópico o sea verano en Argentina.

    Artículo anteriorAlejandro Botello
    Artículo siguienteLibre albedrío