Luvina inicia su recorrido por el tema del Viaje con una entrevista realizada por Josu Landa al filólogo Ottmar Ette sobre el naturalista de infatigable curiosidad que fue Alexander von Humboldt.
A bordo de un taxi que recorre el D.F., Héctor J. Ayala va con retardo a una cita amorosa pero muy a tiempo para citar a célebres viajeros en el trayecto. Por su cuenta, Antonio Skármeta comparte con nosotros el paseo en el que su destino era precisamente su Destino. Francisco González Crussí llega a China y se interna en la Ciudad Prohibida para iniciar ahí una expedición por los anales de la historia. En el cuento de Miriam Mabel Martínez una singular personaje encuentra en Nueva York algo más preciado que una ciudad dentro de otra: encuentra su mundo ideal.
La palabra es viaje y viajero simultáneamente en los poemas de Ana Belén López, Raúl Aceves. El amor —en cambio— no es un trayecto: él nos recorre y nos abandona. Somos sólo su territorio. Así nos lo recuerda Arthur Rimbaud.
La mezcalina en Henri Michaux y el L.S.D. en Guillermo Castillo Jiménez son los disparadores de periplos alucinantes por el «interior estelar» que los llevó a tocar las puertas de la percepción.
La plástica de Olivier Dautais con poemas de Koulsy Lamko y también las fotografías de Daniel Mordzinski ilustran esta travesía.
La traslación, la memoria, la imaginación y los estados alterados son sólo el punto de partida del viaje que en la escritura se vuelve infinito.
Además textos de: Daniel Sada, Jorge Fernández Granados, Fernando de León, Jorge Aguilar Mora, Ernesto Lumbreras, Luis Felipe Fabre, íngel Ortuño, Felipe Garrido, Luis Vicente de Aguinaga, José Israel Carranza, Hugo Hernández Valdivia y Nedda G. de Anhalt.
