Producto de los muy lamentables sismos de los días 7 y 19 de septiembre pasados fallecieron centenas de personas, salieron lesionadas miles de personas, hubo daños materiales (viviendas, edificios, escuelas, centros comerciales, automóviles, etc.) y, enseguida, con el proceso de reconstrucción, también habrá que atender a miles de personas con secuelas de discapacidad temporal y permanente y con traumas psicológicos. Ante esta desgracia nacional, habrá que reconocer a nuestros compatriotas y a muchas instituciones, empresas y personajes de nuestro país y del extranjero por su solidaridad. Pero también ahora que está iniciando el proceso de reconstrucción, y considerando las prácticas cotidianas de corrupción de muchos de nuestros funcionarios a nivel federal, estatal y municipal, es indispensable el acompañamiento ciudadano a las autoridades involucradas en dicho proceso para garantizar un manejo honesto y transparente de la inversión que se estará realizando.
Por ello, propongo que se formen Comités Ciudadanos Pro Reconstrucción que operen tanto a nivel federal como en los estados afectados y en la Ciudad de México, integrados por ciudadanas y ciudadanos sin partido político, de reconocida probidad e inteligencia y que no tengan conflicto de interés. También pudiera pensarse en representantes de las cúpulas empresariales y de las universidades públicas y/o privadas y de las Comisiones de Derechos Humanos nacional y estatales. Lo que no podremos aceptar de ninguna manera es un manejo partidista, electoral o corrupto en beneficio de ciertos individuos y/o empresas.
