Nadie duda que la Línea 3 del Tren Ligero traerá beneficios a la movilidad urbana de nuestra ciudad; sin embargo hay deterioros económicos para muchos comerciantes con el cierre parcial de la avenida Alcalde, la cual desde hace mucho mantiene como vocación precisamente eso, el comercio, pues es allí donde una interminable cantidad de tiendas ofrecen a los tapatíos productos muy diversos y que, de algún modo, muchas familias —aparte de la de los propietarios— sostienen sus ingresos gracias a la posibilidad de que quienes cruzan esta importante arteria compran los productos ofrecidos. Pero ahora que se ha cerrado de la Normal y hasta el centro, se han visto afectados por ello. Ya muy poca gente pasa por ahí, ya pocos quieren ir por razones claras, entonces la pregunta es ¿Qué hará en gobierno estatal y municipal para compensar este deterioro monetario, cuyos montos irán en aumento conforme permanezca el cierre de la avenida?
Amén del caos vial que ya provoca en el centro tapatío —y que repercute en toda la ZMG—, el posible cierre de las tiendas de la zona es una amenaza inminente; muchos trabajadores podrían ser despedidos y los dueños tal vez no logren salvar su patrimonio. El progreso trae buenas cosas, pero como no se planea del todo bien, ya afecta a todos y eso es una forma aplastante ignorar a la propia sociedad… Es lamentable.
