Posada en el periodismo

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    Es uno de los hombres que ha dado identidad a los mexicanos. Los grandes muralistas, como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, asumieron la influencia de José Guadalupe Posada en sus obras.
    El grabador murió en un cuarto de vecindad del barrio de Tepito, el 20 de enero de 1913, alcohólico, abandonado y en la pobreza absoluta. Su cuerpo fue a dar a la fosa común. “Termina como una calavera del montón, como las que él dibujaba. Nunca se supo dónde quedaron sus huesos”, afirma el historiador Agustín Sánchez González.
    Posada hizo retratos majestuosos de la vida cotidiana. Parte de su trabajo responde a la idea de que los mexicanos se ríen de todo lo que les duele. Además es considerado por el historiador como un precursor del surrealismo.
    Anticipándose al centenario de la muerte de José Guadalupe Posada, el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas exhibe Posada en la prensa mexicana, recopilación compuesta por 28 reproducciones digitales de su trabajo periodístico. La incursión en el periodismo gráfico de Posada, durante cuatro décadas, es uno de los aspectos poco conocidos de su vida y que ahí es exhibida. La pieza más antigua de la muestra data de 1871 y, la más reciente, de 1910.
    El artista ilustrador tuvo una larga carrera como colaborador de periódicos. Sus grabados fueron utilizados, incluso después de su fallecimiento. Uno de éstos, para completar la hoja de narración de la muerte de Emiliano Zapata.
    “Sigue en discusión cuántas obras realizó. Yo calculo que fueron 20 mil trabajos. Muchos de ellos perdidos”, señaló Agustín Sánchez González, también curador de la exposición.
    En tiempos de Guadalupe Posada, muchos periódicos contrataban personas para realizar ilustraciones, en lugar de la fotografía periodística, agregó María Inés Contreras de Oteyza, directora del Museo del Periodismo. En mucha de su obra, continuó Sánchez, puede detectarse la influencia del realismo francés, sobre todo de Honoré Daumier, considerado el padre de la caricatura moderna.
    José Guadalupe Posada nació en Aguascalientes, en 1852. Cuando tenía 20 años, en 1872, va a vivir a León, Guanajuato. Uno de los periódicos en que está parte de su trabajo, fue La Gacetilla, publicación de corte costumbrista. En esta ciudad trabajará también haciendo etiquetas de cigarros, para vinos, vitolas para puros y cerillos. También fue maestro de litografía en esa ciudad.

    Periodista, publicista y más
    En 1888 hubo una inundación que ocasionó pérdidas económicas considerables en León. Posada se va a a la Ciudad de México. Entra a trabajar con Ireneo Paz, el abuelo de Octavio Paz, en el periódico Patria  Ilustrada.
    José Guadalupe Posada fue un grabador comprometido con la prensa popular y contestataria. Su producción en periódicos, pasquines y hojas sueltas, ilustra como ninguna la historia del porfiriato, y desde luego, nadie como él para mostrarnos la revolución maderista, expresa María Inés Contreras.
    Otros periódicos que registraron su trabajo fueron El Fandango, El Pueblo Católico, El Monitor del Pueblo, Don Chepito Marihuano, El Mero Petatero, El Periquito, El Diablo Bromista, El Diablo Rojo, El Chisme, Satanás, El Centavo y El Pinche. Colaboró en cerca de setenta periódicos e incluso hay quien le atribuye un cabezal (cliché) para un periódico de Zamora, Michoacán. “Mucha gente del interior del país iba a buscarlo a la Ciudad de México, para que hiciera ese tipo de trabajos”, explicó Agustín Sánchez González.
    En 1911 desaparece el artista de las obras. Para entonces debió haber estado mal por su alcoholismo y los sufrimientos que le acarreó la muerte de su único hijo, Juan Sabino, a los 17 años, en 1900. “Aún no sabemos cuándo muere su esposa. Estaba muy solo”.
    “Muchos son los aspectos que se ignoran sobre la vida de este artista mexicano. Hay quienes dicen que fue el precursor del “puente” Guadalupe-Reyes, porque empezaba las borracheras el día de su santo, el 12 de diciembre y las terminaba el día de su cumpleaños, el 2 de febrero. Entonces agarraba unas borracheras de dos meses. También han insinuado que consumía marihuana”.
    La gente ve las calaveras y piensa en Posada, pero este artista hizo bastante más: juegos de mesa, cartas de amor, ilustró la Biblioteca del Niño Mexicano, publicada en Barcelona hace 110 años, con un tiraje de un millón y medio de ejemplares. Tiene influencia en los caricaturistas, diseñadores gráficos y publicistas. Según la programación del museo antes mencionado, la exposición Posada en la prensa mexicana estará abierta hasta el 13 de enero de 2013, justo siete días antes del aniversario de su muerte.

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