Panorama de la educación superior en línea y el Big Data

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La innovación digital impulsa cambios importantes en el sector educativo, con lo que se adquiere el potencial de mejorar los resultados del aprendizaje, así como aumentar el acceso a oportunidades de educación de alta calidad, algo que hubiera sido inimaginable hace unos años.

Por ejemplo, el número de estudiantes que tomaron un curso en línea en 2011 fue cerca de 6.7 millones; para 2016 el diario El Economista reportaba que tan sólo en Coursera estaban inscritos más de 15 millones de alumnos, lo que significa que un único tipo de programa había multiplicado en más de dos veces el número de quienes tomaron un curso en esa modalidad durante el 2011; por lo que, si se incluyeran todas las instituciones y programas existentes en ese año, la cifra resultante sería exponencialmente mayor.

Las innovaciones digitales transforman no exclusivamente lo que sucede en el aula, sino también todo el ambiente en el que se desarrolla el estudiante. Se ha señalado que la migración de la educación superior a Internet redefinirá lo que significa brindar una excelente educación. Según Babson Survey Research Group, a partir de 2012 todas, excepto el 13.5 por ciento de las instituciones, tenían algunas ofertas en línea. Las universidades que ofrecen programas de grado en esta modalidad se han duplicado, pues en 2002  representaban el 34.5 por ciento y  para  2012 el 62.4 por ciento. Y actualmente podemos observar que la gran mayoría de universidades nacionales e internacionales ofrecen este tipo de cursos.

Estas inversiones crean una nueva competencia en el mercado educativo, pero también la educación en línea está generando grandes cantidades de datos sobre los resultados de aprendizaje de los estudiantes, sus preferencias para aprender y los obstáculos que encuentran, así como sucede en otras áreas de desarrollo para innovar la oferta educativa. Actualmente se cuenta con una infinidad de datos que están disponibles para las instituciones, los educadores e investigadores en la materia. Las ventajas de convertir el cúmulo de datos existentes a información útil tienen que ser aprovechadas por las universidades para dar un gran salto y transformar sus modelos educativos y la formación que ofrecen.

Por lo anterior, se está hablando mucho de Big Data, de Learning Analytics o de Minería de Datos en educación.

La finalidad de obtener información por medio de esta poderosa herramienta es la mejora de la educación que ofrecen las instituciones, optimizar el rendimiento de alumnos y profesores, y contar con todas las modalidades de interés para quienes quieren estudiar una licenciatura, como parte del modelo educativo.

Sabemos que en las instituciones de educación superior los datos están creciendo todo el tiempo, pero la mayoría están dispersos en las distintas dependencias, lo que dificulta cualquier intento de análisis para encontrar correlaciones entre ellos y detectar patrones y tendencias que sirvan para realizar pronósticos fiables. Consolidar los datos almacenados en las instituciones, siempre asegurando la información confidencial, es la base para la implementación de Big Data en este nivel educativo y una herramienta para explorar los desafíos en la institucionalización del análisis de aprendizaje, como un medio para impulsar y configurar el desarrollo de los estudiantes y ofrecer experiencias educativas que puedan incluso ser personalizadas por ellos.

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