Los ciudadanos de Guadalajara no solo tienen que convivir con los problemas de los baches, que parecen zona lunar, además de topes en los carriles con flecha, ya que también existe el riesgo de irse por un socavón. Todo esto parece la excelente oferta de un parque de diversión extrema, pero desafortunadamente está disponible para todos los habitantes de la zona metropolitana de Guadalajara.
Esto trae problemas a los automovilistas y a la salud de quienes viven en estas zonas, pues los automovilistas tienen que hacer paradas innecesarias, porque se encuentran con un tope mal puesto en una vía rápida, y saliendo de estos caos que provocan en horas pico, se aventuran a caer en baches de 30 centímetros en cada giro de llantas, pero si son tan afortunados de no caer en baches, les tocará caer en un socavón, los cuales sirven de receptores de escombro, basura, animales muertos y fauna nociva.
Un ejemplo de lo dicho anteriormente se encuentra entre las calles Jesús Urueta, Vergel y Colimilla, colonia San Isidro Oblatos, donde con frecuencia aparecen de la noche a la mañana socavones, pero aunque hay reportes por parte de los vecinos, las autoridades no hacen nada para resolver el problema. Es necesario que se pongan a solucionar estos problemas, pues esto daña los vehículos que transitan por esta zona.
