En el taller de Luna Morena, bajo un muro del que penden muñecos articulados, marionetas con rostro de cerámica y otras de madera, cuyas expresiones y vestuario las hacen parecer balinesas, encuentro la mirada de Miguel Ángel Gutiérrez, director de esa agrupación escénica que cumple quince años de existencia y lo celebrará con el estreno de Cactácea, de Alberto Villarreal, una obra de gran formato que se estrenará en el mes de julio. Con un envidiable ritmo de producción en Guadalajara, Luna Morena se ha posicionado nacional e internacionalmente gracias a la solidez de su trabajo y a las alianzas estratégicas que ha podido establecer a lo largo de su historia.
Viajar y permanecer
El mundo de la creación artística, y particularmente el del teatro, presenta obstáculos que dificultan una de sus metas fundamentales: la permanencia. Para Gutiérrez los quince años de Luna Morena “han sido un viaje lleno de experiencias. El balance es que el barco sigue fuerte, firme y posee una visión que le mantiene vigente. Mi encuentro con el teatro y los títeres fue después de una búsqueda personal de trascendencia. Así me encontré con un lenguaje, con una forma de arte que crea puentes exploratorios. El teatro se convirtió entonces en un oficio y en una especie de guarida o, incluso, religión. Permanecemos porque hemos encontrado herramientas para la gestión de proyectos. Nos llamamos autónomos, pero desgraciadamente aún dependemos de subsidios. Encontramos una especie de fórmula en la que las becas y programas de apoyo pueden ser útiles, sin embargo aspiramos a que en el mediano o largo plazo podamos ser autofinanciables. Por lo pronto, tenemos un ejercicio más o menos equilibrado entre los apoyos y la estrategia interna, en la que dividimos responsabilidades y buscamos disciplinas afines que puedan integrarse a nuestros proyectos, tanto a nuestra búsqueda estética como a las estrategias administrativas, que son el contacto real con la vida.
La identidad de la Cactácea
El paisaje de Aridoamérica, esa geografía formada por dieciséis estados de nuestro país, se dibuja con colores ocres, cielos perfectos e impensables formas vegetales que crecen lento, al ritmo del agua que asoma a los desiertos. Con esa velocidad se ha gestado Cactácea, el próximo estreno de Luna Morena, sobre el que Gutiérrez apunta: “Desde que conocí a Alberto Villarreal me interesó su trabajo, leí su dramaturgia y encontré puntos en común. Él nunca había trabajado con títeres y lo invité a varios festivales, a ver nuestras obras y se interesó. La creación de Cactácea nos ha llevado cinco años y en cada uno, la pieza se ha ido transformando. De haberlo planeado para el Teatro del IMSS hasta hoy en que se involucró Lourdes González, quien está al frente del Laboratorio de Arte Variedades, LARVA, han pasado muchas cosas y han cambiado los presupuestos. Afortunadamente, contamos con el apoyo de México en Escena y de algunos mecenas de Villarreal que lo hacen posible. El 15 de julio estrenaremos en LARVA la obra que Villarreal escribió para la Royal Court Theatre de Londres y que desarrolla el tema de las identidades mexicanas. Uno de los puntos nodales de la obra tiene que ver con la manipulación, que además es el origen de los títeres, punto referencial de la dramaturgia de Villarreal, cuyo postulado es la invención de una nación, de una identidad mexicana a partir de lo alucinógeno”.
La obra cumplirá en principio alrededor de doce funciones en nuestra ciudad y posteriormente viajará a festivales en Alemania, gracias al año dual que con ese país se celebra.
