Michael Rother

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Está claro, a Michael Rother no le interesa saber que su trabajo ha influenciado a figuras como David Bowie o agrupaciones como Sonic Youth. Tampoco le inquieta saber que toda su discografía como solista recibe las máximas calificaciones por allmusic —la guía más detallada de información musical en el planeta—. Al multiinstrumentista alemán sólo le enciende una cosa, y es, disfrutar al máximo el momento de crear.
Tras su colaboración con Kraftwerk, Rother formó parte de uno de los grupos más representativos de la música experimental de la década de los setenta, Neu! Al paso de los años, esta banda se convirtió en una referencia obligatoria para nuevas generaciones. En su visita a esta ciudad con el proyecto Hallogallo, Michael Rother conversó con nosotros acerca de sus visiones sobre Neu! y el kraut rock, además, describió parte del proceso para elaborar sus composiciones. De esta manera, el músico ofreció un concierto de antología, en donde sin temor, los demonios fueron liberados.

¿Cómo percibe a la distancia su trabajo con Neu!?
Han transcurrido cuarenta años y en mi memoria están frescos los recuerdos de aquellos momentos. Es decir, la música que realicé en la década de los setenta está cerca de mi corazón. Cuando comencé con Neu!, tenía la intención de crear música nueva, independiente de otras influencias. Así que fue realmente duro conseguir ese resultado, ya que representó una aventura que inició desde cero. Con todo, procuro no vivir de la nostalgia, y desde esa postura, concibo mi música mediante un espíritu de avanzada.

¿Qué representa para usted el término kraut rock?
Odio la expresión kraut rock. Es usada alrededor del mundo para caracterizar un tipo de música que surgió en Alemania a inicios de los años setenta. Sin embargo, no puedo aceptarlo. Es bastante fácil etiquetar, y no deseo ser colocado dentro de un estilo o dentro de una caja. En numerosas ocasiones el término fue utilizado de manera poco amigable por los periodistas alemanes. Ellos tenían emociones mezcladas acerca del pasado nazi. Actualmente el término se utiliza de una manera simpática, así que para mí es simplemente una etiqueta. Mi intención nunca fue ser parte de un movimiento que hoy es idealizado. Los cambios políticos, culturales y sociales no sólo ocurrieron en Alemania durante esa época, sucedieron en toda Europa, y en diversas partes del mundo, como en Estados Unidos, donde los estudiantes demostraron su postura en contra de la Guerra de Vietnam. En Alemania estaba presente la necesidad de cambio, pero no existió un movimiento gigantesco, éramos una minoría los que deseábamos encontrar una identidad propia. Para lograr eso, tuvimos que deshacernos del pasado y de las estructuras conservadoras de la sociedad alemana de la posguerra. A inicios de los setenta me interesaba colaborar con pocos músicos, sólo con los que me sentía identificado. Formamos un movimiento efectivo, algo que pudo percibirse en todo el planeta.

¿Cómo efectúa el proceso para la creación de su música?
La inclusión de elementos electrónicos está conmigo desde que inició mi carrera. En realidad, siempre me ha interesado el tratamiento del sonido. Con el paso del tiempo, comencé a realizar experimentos con la guitarra y un filter. Fue así como surgió mi forma de tocar ese instrumento. Algunas personas especularon sobre la utilización de un sintetizador, pero se equivocaron. Posteriormente, en la década de los ochenta, descubrí computadoras que me ofrecieron posibilidades únicas para crear música. Considero que desde hace quince años la forma trabajar es mejor, los equipos son más pequeños y poseen infinidad de sonidos. Finalmente, todo el proceso consiste en una combinación de ideas y recursos.

Usted es un músico inquieto, ¿cuáles son los planes que contempla después de Hallogallo?
Estuve ocupado por más de doce meses en la preparación del box set de Neu! Tenemos poco de haber iniciado con Hallogallo y en realidad camina bien. En este momento la responsabilidad se centra en este proyecto, y me siento contento porque las personas lo escuchan con atención, pareciera que estaban en la espera de algo así. Además, tengo que hacerme cargo de mi propia compañía de discos y de mis producciones como solista. Hay algunas ofertas para realizar remixes de varias agrupaciones, pero no tengo tiempo. Tengo que elegir entre lo que resulta más excitante para mí, y es precisamente la música en vivo.

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