Los anuncios del IFE

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    Ahora que a los políticos les exigieron una veda, y los ciudadanos nos habíamos entusiasmado con un descanso en las declaracionitis, es el IFE el que nos tiene atiborrados, aturdidos y hasta hartos con su publicidad. Parece que en este país nacimos para ser ideologizados, pues no se logra tener un verdadero descanso en ello: cuando no son discursos políticos, es la publicidad. Son escandalosas las cifras contabilizadas sobre la cantidad de anuncios sobre la credencialización; es insufrible el momento el que pasamos y, sobre todo, es inhumano lo que nos hacen a los mexicanos en tiempos de elecciones. En verdad la inalcanzable democracia no se hace ni con publicidad, ni menos con las ya demasiadas mentiras que el Estado inyecta a los ciudadanos. Es inhumano, es inhumano. Lástima de país. Lastima este país y sus gobernantes, en todo tiempo. Y siempre.

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