Lara Neri Montes

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    Ser mujer, extranjera, con una beca para estudiar en la Unión Soviética durante la perestroika, fue una experiencia inigualable para Lara Neri Montes, a pesar de las dificultades que pasó.
    Lara Neri Montes aprovechó esa oportunidad mientras estudiaba en la Facultad de Ingeniería Química, de la Universidad de Guadalajara.
    Hizo los trámites necesarios y obtuvo la beca: seis años en la Escuela Politécnica de Lvov, un poblado de Ucrania.
    Al término de ese lapso, Lara Neri se tituló como ingeniera química e hizo la maestría en síntesis orgánica.
    “Me decidí a estudiar química desde que hice la secundaria. Me gustaron los temas relacionados con la química pura, las moléculas, la ingeniería química, la temperatura y cosas así”.
    En el ‘94 regresó a México y se topó con problemas: los empresarios la subestimaron por su condición de mujer: “En las empresas no quieren en puestos altos a las mujeres. Si estás casada y tienes hijos, menos”.
    Un año después, en 1995, la Universidad de Guadalajara convocó a plazas y a través de la maestra Ruth Padilla, de la Coordinación de Becas, Lara Neri inició su trayectoria como docente en la Preparatoria 11. Empezó con las clases de química, lo que la motivó para realizar su segunda maestría, ya en la UdeG.
    “La Universidad me ha permitido realizar todos mis sueños, mis proyectos, desde irme a estudiar fuera y luego trabajar aquí. Me siento realmente contenta”.
    Con el transcurrir del tiempo ha pasado de las clases de química a las actividades administrativas, de responsable del Departamento de Ciencias Experimentales de la escuela, a realizar diferentes eventos, como el festival de las inteligencias múltiples, semanas culturales o el desarrollo de proyectos operativos.

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