Es inaceptable equiparar los tiempos compulsivos de los años 70, con la actual realidad universitaria, porque si en aquellos lustros se vivía la presencia de grupos estudiantiles armados que luchaban internamente por el poder, hoy lo que se experimenta es la coacción del conjunto del Estado contra la Universidad de Guadalajara,
Así opina el abogado Carlos Ramiro Ruiz Moreno, investigador universitario, quien llama la atención, luego de los sucesos violentos en los que se ha visto involucrada la UdeG, sobre el contexto en el que se desarrollan ambas épocas, “pues hoy estamos ante un país muy distinto donde prevalece como partido en el gobierno el PAN y en aquellos años era el PRI, quien se encontraba en el ámbito hegemónico del Estado.
Son también distintos los protagonistas insiste el politólogo, pues hoy estamos ante un entorno político, social y cultural, si bien no diametralmente diferente, sí con otros sujetos en el poder y con ciudadanos que tienen una formación distinta.
Ruiz Moreno asegura que la espiral de violencia alentada desde la esfera calderonista, justificada desde su “guerra” contra el narcotráfico, ha permeado en otros ámbitos y las expresiones del Estado, ya sea municipales, estatales o federales, se han contaminado con esa divisa violenta y controladora que fomenta el aliento de diversas expresiones de violencia, pero eso no significa una reedición de los llamado “tiempos violentos” de la Universidad de Guadalajara de hace tres o cuatro décadas.
El jurisprudente Ruiz Moreno es autor de diversas publicaciones relacionadas con “La nueva autonomía Universitaria”, donde escribe: “La Universidad es la conciencia crítica de la sociedad; es el elemento que le permite renovarse, encontrar nuevos cauces, conjugar sus principios e integrar sus contradicciones. La autonomía universitaria forma parte de los valores de la nación mexicana. En su defensa y fortalecimiento está comprometida la supervivencia de las instituciones vitales de un país democrático.”
Movimientos estudiantiles
Muy diversos han sido los movimientos de estudiantes, o en todo caso de universitarios como los que consigna el maestro Alfredo Mendoza Cornejo en su libro Organizaciones y Movimiento Estudiantiles en Jalisco de 1954 a 1963. Sin embargo, el carácter de las publicaciones de Mendoza Cornejo y de otros estudiosos como el caso de Felipe Zermeño, investigador de la Universidad Autónoma de México (UNAM) consignan una visión de luchas internas de poder en las instituciones.
Zermeño posee incluso una investigación sobe la actuación de la Federación de Estudiantes de Guadalajara a la que califica de mafia, pero no aparece enlazada a grupos de poder que desean golpear a la Universidad de Guadalajara como tal.
