La preparatoria que aprende

1128

La docencia requiere muchas horas de preparación, de impulsar la participación del alumno, de incorporar novedades y nuevas perspectivas de evaluación.

POPKEWITZ

La preparatoria, en tanto organización académica, también puede aprender. Una escuela aprende cuando piensa, desarrolla y evalúa acciones que mejoran la convivencia y el clima en el aula; cuando por acciones deliberadas y planificadas logra sostener a sus alumnos dentro de la escuela, impulsando la enseñanza y el aprendizaje; cuando revierte, gracias a la intervención de sus miembros, circuitos negativos de calidad; cuando sus profesores sienten que aprenden en las instancias de reflexión institucional; cuando el directivo aprende poniendo en el centro el diálogo y la racionalidad para valorar la problemática existente; cuando la institución puede recuperar de su historia pasada alternativas de trabajo que resultaron valiosas; cuando pueden deshacerse de las que ya no resultan eficaces; cuando a sus profesores les interesa aprender y compartir lo que aprenden.

La preparatoria no sólo enseña, sino que genera conocimiento sobre sí misma. La escuela aprende de lo que hace, especialmente de los errores, y desde una postura de apertura al cambio, se aprende a anticipar futuras respuestas. El sentido del cambio se pasa de un aprendizaje de mantenimiento a un aprendizaje innovador que produce conocimiento.

Dentro de este escenario quiero compartir cinco factores que según Donald Schon debieran actuar conjuntamente para el logro del aprendizaje colegiado, tanto en nivel individual como en el colectivo:

Pensamiento sistémico. Preocupación centrada más en los procesos que en los hechos. No tratar los problemas como compartimentos estancos (currículo, organización, gestión de recursos), sino relacionados entre sí.

Dominio personal. Permite aclarar y ahondar la visión personal y ver la realidad objetivamente, posibilitando el desarrollo personal y profesional adecuado.

Visión compartida. En las escuelas no basta con un líder carismático ni una declaración de principios para movilizar equipos. Los verdaderos valores  compartidos emergen de la interacción.

Modales mentales. Apertura a nuevos planteamientos y a la reflexión sobre la naturaleza del trabajo y su sentido.

Aprendizaje en equipo. Prioriza la necesidad de diálogo y la capacidad de los miembros para ingresar en un auténtico pensamiento conjunto.

Los espacios educativos que aprenden, desarrollan, según Garvin (2000), cinco grandes procesos:

Resolución sistemática de problemas. Se trata de desarrollar un modo de pensar y de actuar sobre los problemas, basándose en técnicas, procedimientos y herramientas que guían la toma de decisiones.

Experimentación con nuevos enfoques. A diferencia del proceso de resolución de problemas, la experimentación suele estar motivada por horizontes de oportunidad o de expansión y no por las dificultades del momento.

Aprender de su experiencia pasada. La organización debe revisar sus éxitos y fracasos, examinarlos sistemáticamente para extraer las lecciones aprendidas, no volver a repetir errores del pasado y ampliar las posibilidades de éxito.

Aprender de otros. No todo el aprendizaje proviene de la reflexión y el autoanálisis. Muchas nuevas ideas se obtienen mirando cómo trabajan otras organizaciones.

Transferir conocimiento. El conocimiento tiene un mayor impacto cuando es rápida y eficientemente diseminado entre todos los miembros del espacio educativo, y además es compartido.

Comprendo que el aprendizaje en la preparatoria no se da por generación espontánea, ni siquiera por un acto de voluntad individual o colectiva. La escuela que enseña, pero además aprende y genera conocimiento, implica un cambio de paradigma del modelo escolar, esto es, un cambio de estructura y cultura. En este sentido, el aprendizaje de la organización educativa se presenta como un medio para un fin: alcanzar una organización educativa que aprende.

Artículo anteriorDictamen de admisión a centros universitarios ciclo 2017 A
Artículo siguienteConvocatoria Programa de estímulos al desempeño docente 2017-2018