La novela como documento social

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Las novelas actuales son documentos en los que pueden detectarse problemas sociales, políticos, económicos y culturales que son compartidos por distintos países en el mundo, y pueden analizarse desde la propia obra literaria sin un trabajo sociológico o antropológico, afirmó el escritor Jorge Martín Bocanegra, académico del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, quien impartió la conferencia “Problemáticas del mundo globalizado de la novela”, en la librería del Fondo de Cultura Económica.

El académico analizó seis obras para detectar problemáticas que comparten diversos países del mundo. Estas son El infierno digital, de Philip Kerr; Ciberia. La vida en las trincheras del hiperespacio, de Douglas Rushkoff; La Reina del Sur, de Arturo Pérez Reverte y Za Za, emperador de Ibiza, de Ray Loriga; Carne, de Ruth L. Ozeki y 13,99 euros, de Frédéric Beigbeder. 

Bocanegra considera a las obras literarias como brújulas de lo que ocurre en el mundo, y con su propuesta (que es parte de una investigación) rompe con la frontera entre ficción y realidad y del libro como un objeto de sólo entretenimiento, sino de instrucción e información que puede ayudarnos a preparar el futuro que está tocando la puerta. “La realidad es tan poderosa que parece que es ficción en muchas novelas contemporáneas”, señala.

Entre el infierno y la “Ciberia” informática   

El infierno digital muestra cómo los edificios inteligentes pueden llegar a ser trampas mortales para sus habitantes. Y Ciberia. La vida en las trincheras del hiperespacio explica cómo se generó el mundo del ciberespacio. En la trama de la novela hay hackers, algunos que sólo se deslizan en la infosfera para obtener datos y jugar con ellos, otros tienen como objetivo destruir sistemas de información, como los que contienen datos sobre la construcción de aviones, explica el investigador.

Las dos obras dan cuenta de cómo los creadores de la inteligencia artificial se ven subordinados a su propia creación. “Vivimos un momento histórico donde se está creando un nuevo ser informático que estará por encima de las personas y éstas dependen cada vez más de la inteligencia artificial, una extensión de su propio cerebro, que si se derrumba, impacta en lo que decimos que somos ante los otros”, expresó Bocanegra.

Narcos y contrabandistas
La Reina del Sur, de Arturo Pérez Reverte y Za Za, emperador de Ibiza, de Ray Loriga, ambos autores españoles, son dos novelas que hablan del narcotráfico, un problema social e histórico. Las distintas apreciaciones son generadas a partir de información muy desigual. Mientras que el primer autor hizo investigación de campo en Sinaloa y vivió los espacios que habitan los traficantes de drogas, el otro trata el problema desde la literatura, pero sin sustento. Es para él un asunto lúdico, glamoroso, de moda literaria.

Pérez Reverte hace una diferenciación entre el contrabandista, con una connotación menos poderosa, y el narcotraficante. Mientras que los primeros son españoles, los segundos son principalmente latinoamericanos.

El investigador señaló que estas dos novelas evidencian la dificultad de definir la línea de separación entre lo legal e ilegal, ya que ciertas sustancias que son legalmente comercializables sirve para generar otras que no lo son.

Consumo y medio ambiente
Carne, novela que trata el tema del consumo de la carne desde dos culturas: la japonesa y la estadounidense, que tratan de ser homogénicos desde el mercado. Toma en cuenta la percepción japonesa del siglo XVII, que consideraba comer carne como asqueroso, y el punto de vista actual que lo califica de glamoroso a través de la televisión. Asimismo, trata el tema de calentamiento global por la destrucción de bosques que implica la cría del ganado. En 13,99 euros trata el tema del mundo del diseño, del espionaje y el consumo de droga, dijo el escritor Jorge Martín Bocanegra.

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