La locura en una caja

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La locura más allá de un concepto abstracto. Desde esa perspectiva, Shaday Larios y Luis Manuel Aguilar “Mosco”, directores de la puesta en escena Rebelbox, inventario de ideas proyectil, rinden un homenaje a la demencia. La obra tiene como punto de partida una investigación en el archivo del manicomio La Castañeda. Para sus creadores, la historia representa un tributo a los documentos archivados por años que, con este examen, permite conocer las ideas de los genios locos, de las voces acalladas e incomprendidas.
Rebelbox, inventario de ideas proyectil es teatro documental y no documental, es un observatorio de desvíos, una habitación que encierra el tiempo, pero que se resiste a ser almacenada en una caja. También es una mirada al viaje de las ideas difíciles, que en la fuerza de su visión y riesgo, resguarda su propia supervivencia.
En esta producción escénica actúan Mariana Villalpando, Ricardo Pérez y Mónica Camacho. La asistencia de dirección es de Araceli Flores. “Hemos partido de los expedientes para escuchar la rebeldía, además hemos encontrado documentos con historias que se conjugan con el pasado y el presente, con cierta poesía del destierro de la mente, y un miramiento a quienes trabajan dentro de un archivo para catalogar y proteger los movimientos del mundo en un expediente con piel de cartón”.
La obra nace del proyecto Vías de la locura, y es beneficiada por el Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico 2010-2011, y por la Fundación Bancomer en la primera emisión 2012, del Fondo de Apoyo a las Artes.

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