La gran cicatriz

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Guadalajara sigue escindida por una gran cicatriz que no ha sanado y ahonda las diferencias sociales y económicas de la sociedad tapatía: la calzada Independencia. En el poniente, la gente acude a relucientes centros comerciales y supermercados. En el oriente, a populosos tianguis y polvosos parques, e independientemente de que las zonas sean para ricos y pobres, toda la mancha urbana continúa sufriendo por la falta de áreas verdes.
Estos son algunos de los datos confirmados en el trabajo Atlas de espacios públicos en la zona metropolitana de Guadalajara, una aproximación geográfica, presentado por el maestro en urbanismo y desarrollo, José de Jesús Amezcua Castellanos, como parte de un seminario permanente de investigación que realiza el Departamento de Geografía, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), explicó Irineo Martínez Barragán, profesor investigador de este centro universitario.
Este trabajo aún no está concluido, pues la mancha urbana presenta cambios constantes y debe actualizarse permanentemente, aclaró Jesús Amezcua, quien acudió a presentar el atlas el pasado lunes 29 de abril, en la sala Moisés Pérez, del CUCSH, junto a la maestra Martha de la Mora Gómez, directora del Instituto de Investigación, Innovación y Gobernanza, que es un centro de investigación adscrito al Departamento de Estudios Políticos, del CUCSH y que auspicia el proyecto, insertado en el Observatorio de Políticas Públicas.
Amezcua Castellanos justifica así la elaboración de este atlas: “Los espacios públicos reflejan las condiciones sociales, culturales y económicas de la sociedad. En la ciudad los espacios públicos son elementos que establecen identidad y pertenencia entre los ciudadanos. La zona metropolitana de Guadalajara requiere de una propuesta que integre a los diversos factores sociales a través de espacios públicos de calidad”.
En su exposición indicó: “En la ciudad de Guadalajara el espacio público esta escindido. Nace con una cicatriz, que es la calzada Independencia, no sólo en términos sociales, sino económicos y de convivencia. La urbanización salvaje ha provocado que los espacios púbicos no estén en consonancia con el crecimiento de la ciudad”.
Esta división no sólo acrecienta las diferencias socioeconómicas. También ha modificado los hábitos de recreación: “Antes nos íbamos a tomar una nieve al parque San Rafael y ahora se van a Plaza Andares u otros centros comerciales, que no son espacios públicos, pero se discuten como tales”.
Abundó: “Guadalajara nació escindida. Todos los centros comerciales nacen en el poniente. En el oriente empieza a haber pocos, pero históricamente están en el poniente. Ello obedece a una economía de escala al precio de la tierra y a los niveles de ingreso. El más antiguo data de hace 42 años (1969) y se crea al más puro estilo norteamericano. Fue Plaza del Sol”, recuerda Amezcua Castellanos.
La zona metropolitana de Guadalajara, de acuerdo con Amezcua, es la ciudad que en proporción por habitantes tiene más plazas comerciales.
“Nuestra vocación siempre ha sido de mercaderes. Hicimos estudios en proporción con las ciudades de León, Morelia y Monterrey. Guadalajara las rebasa con mucho”.
Dijo que además de estudiar el peso del centro comercial en la sociedad tapatía, los supermercados son incluso un tema de tesis. “Están llevando a la muerte paulatina al comercio popular”.
Amezcua Castellanos aclaró que el espacio público va más allá de un parquecito con bancas y jardineros, sino que se supone que son espacios para el uso y disfrute de los ciudadanos de manera inclusiva y democrática, es decir, para todos. “No es lo mismo el parque de la Solidaridad que el parque los Colomos. En esta ciudad hay espacios para ricos y para pobres, y no debería ser así”.
El experto lamentó que la zona metropolitana de Guadalajara está por debajo del estándar internacional de áreas verdes, que es de 12 metros por  habitante.

Políticas públicas
De acuerdo con este trabajo de investigación, la distribución de espacios públicos donde conviven los habitantes de la zona metropolitana, está dividida así: 53 plazas comerciales, 98 unidades deportivas, 92 mercados municipales, 89 supermercados, 171 tianguis, 153 plazas y parques, en Tonalá, Tlaquepaque, Zapopan y Guadalajara.
“No tomamos en cuenta jardineras ni baldíos que los ayuntamientos registran como supuestos minibosques. El concepto de área verde es ambiguo, porque unos dicen que tienen área verde en gasolineras y son cuatro macetas. Esos no aparecen aquí”, aclaró el geógrafo Javier Ezaú Pérez Rodríguez, quien funge como auxiliar en el proyecto.
Señaló que este atlas es punto de partida para futuras investigaciones. Por lo pronto esta base de datos es útil para académicos y políticos, pues constituye una herramienta para la toma de decisiones en cuanto a creación y mantenimiento de espacios públicos de calidad.
Se pronunció porque las autoridades políticas públicas mejoren y estandaricen los espacios. “El uso y disfrute de espacios públicos es un derecho de la sociedad. Los espacios públicos inciden en la salud de los ciudadanos. Este es un punto de partida para que se legisle respecto a la creación, conservación, uso y destino de espacios públicos, accesibles, democráticos, de libre acceso, con equipamiento para todos. Hay que fomentar identidad ciudadana a través del uso y disfrute de espacios”.
El atlas está formado por 17 mapas temáticos, con un mapa base y apartados con la distribución de plazas cívicas, áreas verdes con límite de cuatro mil metros cuadrados, centros de gravedad, parques lineales, distribución de densidad por habitantes, distribución de centros comerciales, mercados municipales, entre otros.
Está disponible en el laboratorio de cartografía del CUCSH para su consulta.

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