Aunque las autoridades de la Comisión Nacional de las Actividades Físicas y del Deporte (CONADE) no lo han dado a conocer, es un hecho que Jalisco será sede de las Olimpiadas Nacionales pero sólo de los deportes de conjunto, ya que la sede original prácticamente fue “vendida” al estado de Nuevo León por 70 millones de pesos. La presencia de Aristóteles Sandoval en la reunión del Comité Directivo de la CONADE fue de suma importancia para que le otorgaran a Jalisco las competencias de conjunto. Actividades que ya habían sido desechadas tanto por Nuevo León como por las autoridades deportivas. Las querían convertir en campeonatos nacionales como se hacían en el pasado.
Lo preocupante del caso es que Alfredo Castillo, titular del organismo rector del deporte nacional, da por un hecho la desaparición de la Olimpiada. ¿Bajo qué argumentos? Sólo uno: el económico. No obstante, se olvida que con la aceptación de los 70 millones de pesos otorgados por Nuevo León ha iniciado la prostitución del deporte. No es una subasta. Se le olvida que México precisa de programas de competencia para desahogar la preparación de sus atletas en vista de las competencias internacionales, como los Panamericanos, Copas del Mundo y Juegos Olímpicos. Además de que las Olimpiadas han generado un gran impacto social por sus resultados.
Jalisco, por ejemplo, cuentas con infraestructura que le ha permitido ser modelo para otros estados y sus deportistas generan identidad al interior. Cito el caso de Cynthia Valdez: antes de que incursionara en el deporte de alto rendimiento la gimnasia era prácticamente desconocida en el estado. Después de sus logros en Panamericanos y Centroamericanos, en la actualidad hay una buena cantidad de niñas y jovencitas que practican esa disciplina deportiva; lo mismo podríamos decir del grupo de clavadistas jaliscienses, de las y los tiradores, y esgrimistas. Ellos son modelo para las nuevas generaciones de deportistas locales. Las medallas son motivo de orgullo y son ejemplos a seguir para conseguir una sociedad más sana en todos los ámbitos.
Como también tenemos el caso de Lenia Ruvalcaba, por mucho la mejor deportista egresada de la Universidad de Guadalajara; las muchachas que marcaron pauta en el arbitraje nacional como Vicky Tovar, las triatletas Vanessa de la Torre, Paola Díaz, Lizet Rueda. Los mejores deportistas de Jalisco son consecuencia de las Olimpiadas Nacionales. En términos generales, la CONADE se equivoca con sus intenciones de desaparecer la Olimpiada Nacional. Cualquier dinero que se invierta en el deporte es un dinero bien invertido, que su falta no sea un pretexto, por el contrario, se deben buscar nuevas alternativas para sufragar gastos que generan la organización de un evento de tal naturaleza.
