Gabriela Flores Daniel

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    El advenimiento: nací el 7 de agosto de 1978, en Guadalajara.
    Apariciones: participó en las obras ¿Por qué somos malditos?, El lugar donde mueren los mamíferos, Los perros y La cantante calva. Egresó del Cedart “José Clemente Orozco”, del INBA. Colabora con Toputshi teatro, en la obra Trainspotting, que será presentada este 28 y 29 de julio, en el teatro Experimental, a las 20:30 horas.
    Cero actuación: en la Preparatoria 3 ingresé a los talleres de teatro que ahí daban. Formamos el grupo Praznik teatro, dirigido por Carlos Vázquez. No me gustaba actuar, más bien organizar al equipo. Era la que estaba sentadita en los talleres.
    La sombra: creo que Carlos Vázquez tuvo influencia en mí para que después estudiara la carrera de teatro. Es buen maestro. En realidad nunca me dijo nada en particular, sino que surgió de oírlo hablar sobre teatro, qué es el artista y el trabajo en equipo. Siempre fui la sombra número cinco. Es más, nunca me dijo algo así como: “tú sirves para esto”.
    El rayón: mi primera participación en escena fue en un festival del SEMS, en la prepa 4. Ahí montamos unas obras y yo tenía un papel chiquitito. Pasaba por el escenario, rayaba la pared y salía por el otro lado del tablado. No fue la súper participación.
    Los personajes: hasta ahora mis participaciones favoritas han sido en El lugar donde mueren los mamíferos, con el papel de Asunta, y en La cantante calva, en la que representé a una criada. Me gustaron estos personajes porque proyectaban partes desconocidas de mí que había observado en otras personas.
    Personalidad: tomar un nuevo personaje implica conocer otras posibilidades del humano, lo que te permite crecer. Das vida a otro ser que no eres, pero con tu cuerpo, tu alma y tu corazón. Te prestas para que entre en ti otra personalidad.
    Trainspotting: me mandaron el libreto desde el DF. Con base en su lectura y mi análisis del personaje y la obra, armé al personaje. Había aspectos con los que no concordaba. Nos escribíamos por correo el director y yo, pero no nos poníamos de acuerdo. Ni él ni yo tuvimos soluciones a distancia. Cuando llegaron fue más fácil negociar, porque siempre hubo la oportunidad de proponer y responder dudas.
    Diana: el personaje es una joven entre 19 y 21 años. Una muchacha que no está integrada del todo a su medio. Va a la escuela, trabaja y cumple, pero siempre tiene la necesidad de algo más. Conoce a Roy. Por el ambiente que empieza a frecuentar y por su aislamiento, cae en el típico caso de la chica que dice: “a ver qué pasa”. Prueba las drogas y es consciente de que su vida se está deteriorando, al punto de que ya no puede salir.
    De a grapa: todos hemos estado involucrados en una situación como esas. Casi todos tienen un amigo que se droga o estás en una fiesta y de repente te ofrecen algo. De quien menos lo esperas, saca una grapa. Conocer a esas personas es determinante para cuando actúas, porque te ayudan a construir un personaje como el de Diana.
    Teatro del inestable: el problema con el teatro es que no hay algo constante. En estos días es difícil vivir de lo que te gusta, sobre todo en áreas artísticas. Hay chambitas ocasionales, pero la falta de algo seguro afecta tu proceso creativo, tus tiempos. Te desestabiliza.
    La realidad: de mis compañeros o de mi generación no conozco a nadie estable en tal sentido. Trabajan en cuestiones ajenas al teatro, de forma temporal. Al menos mis maestros sí tienen una estabilidad de ingresos.

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