De Szyszlo se define como admirador de Tamayo y Picasso. Reconoce una enorme influencia del segundo y considera a México como el país fraterno donde siempre contó con la amistad de Octavio Paz, el premio Nobel, a quien conoció en París.
Mario Vargas Llosa, paisano y admirador de la obra de este artista plástico, destaca a Fernando de Szyszlo como una de las personalidades más valiosas producidas por la historia peruana, autor de obra pictórica y escultórica que alumbra el arte de América Latina.