Enfermos de contaminación

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Además de los daños ambientales que provoca la contaminación del aire en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), uno de los aspectos que más preocupa a los especialistas son las afectaciones a la salud a causa de respirar en una ciudad donde en 2015 se registraron más de 100 días fuera de la norma promedio del Imeca (Índice metropolitano de la calidad del aire), según datos de la Secretaría de medio ambiente y desarrollo territorial (Semadet).

Este tema, en particular la correlación entre el aumento de la contaminación del aire y la agudización de enfermedades respiratorias que padecen habitantes de la ZMG, ha sido analizado por investigadores del Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), quienes han formulado una serie de estudios estadísticos que abarcan la primera década de este siglo.

Dichos estudios han originado la publicación de artículos en revistas especializadas, como el divulgado en la Revista Chilena de Enfermedades Respiratorias: “La contaminación del aire y su influencia en la salud de la población en la Zona Metropolitana de Guadalajara”.

En los estudios han participado también profesores de otras dependencias internas y externas de la UdeG, los cuales han trabajado en colaboración con Hermes Ulises Ramírez, director del IAM, quien explicó que del trabajo de investigación realizado durante estos años, destaca el número de consultas hechas en el sector de salud pública para atender a menores de cinco años que padecían algún tipo de enfermedad respiratoria y su vínculo con las cifras de contaminación registradas en las distintas estaciones de monitoreo atmosférico instaladas en la ZMG.

“Encontramos correlaciones matemáticas. No necesariamente tienen que ser causa-efecto, pero en muchas de las ocasiones los altos índices de la contaminación inciden en la agudización de enfermedades respiratorias. Estamos hablando de personas que quizá ya padecían alguna enfermedad, la que luego se agudiza y tienen que acudir a la atención de un centro de salud”.

Indicó que el número de citas por infección respiratoria aguda de 2000 a 2005, llegó a una media de 270 mil, pero que hasta 2010 se mantuvo una tendencia aproximada de 300 mil consultas.

“En los estudios trabajamos exclusivamente con el sector público, solamente con informes oficiales que reporta la Secretaría de Salud, con datos del IMSS, del ISSSTE o en el sistema sector salud Jalisco. No contemplamos lo que se atiende en el sector privado. Eso significa que en realidad las cifras deberían ser más altas de lo que reportamos”.

Para Hermes Ulises no es difícil suponer que si las cifras de contaminación ahora son más altas que en aquel tiempo —entre otras causas por el aumento del parque vehicular de aproximadamente un millón 800 mil automóviles—, entonces la cantidad de casos de agudización de enfermedades respiratorias, principalmente infecciosas, han ido también en aumento.

Informó que eligieron al grupo de niños menores a cinco años, “ya que es un sector de los más susceptibles, debido a que en ellos su sistema todavía no está desarrollado por completo y, en segundo lugar, porque ellos no están expuestos a otros factores, como la acción de fumar, sino simplemente al medio ambiente”.

En este punto, y en entrevista aparte, coincidió Eduardo Rodríguez Noriega, jefe del Servicio de Infectología del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, quien señaló que en los menores de edad que presentan enfermedad pulmonar obstructiva crónica se considera a la contaminación como factor exclusivo de riesgo, a diferencia de las personas que fuman.

“Cuando existe mayor contaminación, el paciente puede tener daño en las estructuras pulmonares, algo que se conoce como enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida como enfisema o bronquitis crónica, y puede ocurrir en todas las edades, aunque es más frecuente en individuos que tienen tiempo fumando”.

Explicó que para evitar o disminuir los casos de enfermedades respiratorias, los ciudadanos deben evitar exponerse a entornos contaminados en demasía, abandonar hábitos como fumar, ya que predisponen al padecimiento de otras infecciones respiratorias, además de vacunarse contra la influenza y neumococo.

“La complicación por contaminación ambiental es que los pacientes, tanto los niños como los adultos, sufran de enfermedades pulmonares crónicas, que predisponen a más infecciones con patógenos, como el virus de influenza”.

El especialista en infectología dijo que cada día hay más pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica. “Lo vemos porque son los pacientes que más frecuentemente llegan a nuestros hospitales con las complicaciones de infección, neumonía viral y neumonía bacterial”.

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