En riesgo el paisaje agavero

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    Los extensos sembradíos de agave azul en el horizonte, el jimador bajo un sol mordaz y la bebida aguardentosa del tequila, son imágenes guardadas en el imaginario colectivo que marcan parte de lo que se conoce como “orgullo mexicano”.
    El agave ya es parte de nuestra historia. Esta planta se utiliza desde el siglo XVI para producir tequila y confeccionar ropa con sus fibras, lo que le confiere a la región jalisciense que la produce, una identidad y características paisajísticas únicas.
    La organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura, Unesco en el 2004 reconoció al paisaje agavero y las antiguas instalaciones industriales de tequila como Patrimonio de la Humanidad.
    Sin embargo, podríamos perder esta distinción internacional, en caso de que algunas empresas tequileras continúen contaminando aguas, ríos y suelos; y si las autoridades estatales y municipales siguen ignorando el plan de manejo que propone la Unesco para conservar este paisaje.
    Guadalupe Zepeda Martínez, coordinadora en Jalisco del Comité Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), explicó que desde hace cuatro años se deben seguir normativas y planes de manejo establecidas por la Unesco para preservar este horizonte tequilero. “El plan de manejo está contemplado a 20 años, pero en muchas de las acciones estamos rezagados, principalmente en el artículo tercero dedicado a la conservación, mantenimiento y administración del medio ambiente”.
    Zepeda Martínez afirmó que en septiembre vendrán expertos de la Unesco a revisar el paisaje y podrían hacer recomendaciones hasta retirarnos la distinción internacional en caso de que las empresas tequileras no cuenten con plantas de tratamiento.
    Existen 149 empresas tequileras, y sólo cuatro de ellas tienen instalaciones para procesar la vinaza, dijo Martín Muñoz, encargado de laboratorio de análisis de agua del Consejo Regulador del Tequila (CRT).
    La mayoría de las tequileras no cuentan con métodos de tratamientos porque el costo es muy alto: entre 10 y 12 millones de dólares. “Estas empresas sólo cuentan con sistemas de tratamiento básicos que remueven un porcentaje de la materia orgánica que contiene la vinaza, más no llegan a cumplir las normas del medio ambiente”, dijo Martín Muñoz.
    Cada año, la industria tequilera genera tres billones de litros de vinaza y sólo procesa entre el 40 y 50 por ciento de esa materia. Y es que por cada litro de tequila se producen entre 10 y 12 litros de vinaza y en el 2009 la producción total de tequila fue de 249 millones de litros.
    La vinaza es un líquido que contiene ácidos, minerales y materia orgánica que se origina en el proceso de la elaboración del tequila y puede acabar con la vida acuática si se descarga en ríos y lagos. El doctor Luis Alberto Rendón  Salcido, profesor del CUCBA explicó que la vinaza oscurece el frente del agua de ríos y no va a permitir la entrada de oxígeno, por lo tanto mueren todas las especies acuáticas.
    Martín Muñoz, dijo que el problema de la vinaza es la materia orgánica.
    El agua residual de la ciudad contiene entre 300 a 400 partes por millón de materia orgánica y la vinaza entre 40 y 50 mil partes por millón y se va principalmente al río Atizcua que atraviesa el municipio de Tequila y llega hasta el río Santiago.
    No sólo la vinaza contamina, también el bagazo.
    El bagazo es un residuo leñoso que se origina después de extraer el jugo del agave, y si no se trata adecuadamente puede contaminar el suelo y generar malos olores.
    Lo ideal es que el bagazo se haga composta, pero pocas empresas lo realizan, porque no cuentan con la maquinaria ni espacio suficiente, comentó el experto del CRT, Martín Muñoz.
    El director de verificación normativa de la Secretaria del Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades), Ernesto Naranjo aseguró que revisan una vez al año a las empresas tequileras y el 70 por ciento de ellas presenta irregularidades principalmente administrativas, y que sólo 16 por ciento de esas faltas son graves al medio ambiente.
    En los Altos
    Para disminuir costos se instalará una planta comunitaria en Arandas para que 20 empresas traten en esa planta sus desechos y costará 10 millones de dólares.
    Además el CRT anunció un proyecto a largo plazo junto con la UNAM y la Unión Europea para hacer biocombustibles con el agave azul.
    Ismael Vicente Ramírez, encargado de la certificación del tequila en el CRT, afirmó que desde el punto de vista tecnológico no hay riesgo de perder la nominación internacional del paisaje agavero.
    No obstante, Guadalupe Zepeda, coordinadora de ICOMOS invitó a los industriales, a los presidentes municipales y a la Semades a no dormirse en sus laureles y trabajar por mejorar el medio ambiente. La imagen del tequila se ha trabajado adecuadamente, ya que la Secretaría de Cultura ha invertido 70 millones de pesos, pero la Semades le ha faltado señalar a las empresas que contaminan.
    La UdeG propuso a finales del año pasado a los tequileros, técnicas para aprovechar los residuos, sin embargo, los empresarios no se han acercado, dijo el doctor Luis Alberto Rendón  Salcido, profesor del CUCBA.
    “Creo que es falta de voluntad de las empresas. Las empresas deben tener conciencia social y no solamente palear el compromiso legal o jurídico, deben buscar otra alternativa y no tomar las medidas adecuadas en el manejo de sus residuos”.

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