El otro teatro de Jalisco

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Puerto Vallarta y Lagos de Moreno son ciudades que comparten fama por su oferta turística, y desde hace poco más de un lustro, también se están convirtiendo en interesantes polos de producción teatral. La estructura centralista impuesta por la Federación ha hecho de cada estado una réplica del sistema que concentra la atención y los presupuestos en sus capitales. Esta estructura toca todos los ámbitos de desarrollo, incluyendo el cultural. Por ello es necesario abrir la toma e integrar en la imagen del teatro de Jalisco a dos comunidades artísticas que, lejos de Guadalajara pero siempre en contacto con ella, han comenzado a recorrer un camino artístico propio. ¿Cómo es el teatro de Jalisco que no es tapatío?, ¿quiénes y cómo lo producen?

La activa dinámica de producción de obras teatrales, tanto en Vallarta como en Lagos, es resultado del trabajo de diversos agentes públicos e independientes que han podido virar el seguidor para iluminar a estas dos ciudades. Una de las actividades más añejas de la Coordinación Estatal de Teatro, que ahora encabeza Gabriela Escatell, es el Encuentro de Teatro del Interior, cuya sede principal ha sido Lagos de Moreno, donde se han realizado doce ediciones de las veinte que forman su historia. A partir de esta administración, en el Encuentro se han incluido actividades y talleres de formación que han permitido a los creadores locales generar lazos directos con invitados nacionales e internacionales, quienes han llegado a trabajar algún aspecto creativo como la dramaturgia y la actuación. Es el caso del director tapatío Miguel Lugo, quien en los últimos años ha establecido un vínculo estrecho con actores laguenses y la semana pasada estrenó la obra “En la tierra de los corderos”, con el grupo Municipal de Teatro. Además de éste, se cuentan al menos otras cinco agrupaciones escénicas que de manera regular presentan sus trabajos, como Yaakun, ExpresArte, Dicrees,  CrearTec y Los de Casa.

En Puerto Vallarta, a pesar de la intensa actividad turística y su consecuente ruido, resalta el trabajo de actores que se formaron dentro del Grupo Municipal de Teatro, que durante casi treinta años dirigió Fabián Sahagún, quien ahora curiosamente migró a Lagos de Moreno para continuar, desde la independencia, su trabajo escénico formando a nuevas generaciones. De un lado está el show business playero con bizarros espectáculos neo-folk que se ofrecen a turistas estadounidenses y canadienses que escapan del invierno. Del otro, jóvenes como Juan Pablo Hernández y Juan Carlos Ramírez, elementos fundamentales de Dionisios, uno de los grupos más activos y comprometidos con su profesionalización. Hernández reconoce que tanto el trabajo con Fabián Sahagún como su participación dentro de los Encuentros y Muestras Estatales, son los responsables de mucho de lo bueno que ocurre en materia escénica en Vallarta.

La Gata es uno de los proyectos más atractivos en el Puerto. La actriz y directora Coral Arrollo, junto al músico Alejandro Muraira, abrieron este  foro café para presentar sus trabajos escénicos que se suelen inscribir en el género del cabaret. Al igual que Dionisios, Arrollo también inició su formación escénica con Sahagún, para luego tomar diversos talleres tanto en la Ciudad de México como en Guadalajara. El espacio es una apuesta comprometida con el público nacional y especialmente con los vallartenses. Para Coral es importante que la oferta artística de Vallarta toque a los locales y que sea tan diversa como el teatro. Son muchas las dificultades que enfrentan estos creadores y, sin embargo, ahí en esas bellas ciudades y sin presupuestos oficiales, nos hacen voltear y reconocer su trabajo.

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