El gasto en los hogares mexicanos

    1231

    Las cifras mostradas por el INEGI hace unos días en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), reflejan la delicada situación que vive México en un contexto donde el desacelerado crecimiento económico provoca cada vez más desigualdad, expresado en una mayor concentración de ingresos en unos cuantos y el incremento de la población que se encuentra en la pobreza y en el trabajo informal.

    Para comprender de una manera sencilla cómo está distribuido el gasto en los hogares de México, el total de estos se divide en 10 grupos, de acuerdo con su ingreso (deciles).

    El boletín difundido por el INEGI señala que en 2014 solo el 30 por ciento de los deciles concentró el 62.5 por ciento de los ingresos. El resto, es decir, el 70 por ciento, obtuvo solo el 37.5 por ciento de los ingresos.

    Las disparidades en el ingreso y el gasto se observan sobre todo en los rubros de alimentación y educación; la diferencia del gasto en los grupos (deciles) muestra que el 10 por ciento de los hogares con más ingresos destinan a alimentación, bebidas y tabaco, el 22.5 por ciento de su gasto, mientras que el primer decil —donde se ubican los hogares más pobres— gasta en el mismo rubro el 50.7 por ciento, por lo que les afectan en mayor medida los incrementos de precios en los productos de la canasta básica, ya que prácticamente más de la mitad de su ingreso se destina a estos rubros.

    Los hogares ubicados en el decil X —los de mayores ingresos—, destinan cerca del 20.6 por ciento a la educación y esparcimiento, mientras que el decil con menores ingresos dedica a este concepto solo el 5.6 por ciento de sus recursos.

    Los resultados evidencian que las personas con mejores ingresos tendrán, por lo tanto, oportunidades superiores en el acceso a una mejor educación y a opciones para encontrar empleos con mayor remuneración.

    Otro de los rubros en los que gastan más los hogares mexicanos es en transporte y comunicación: el primer decil gasta alrededor del 11.3 por ciento de sus ingresos, mientras que los deciles V y X, el 17.7 por ciento y 19.8 por ciento, respectivamente.

    La gravedad de la situación es evidente cuando se pone mayor atención a lo que sucede con quienes forman parte de los primeros cinco deciles, porque el ingreso que obtienen la mayoría de los mexicanos no es suficiente para satisfacer las necesidades básicas, menos para destinar dinero a actividades recreativas o al cuidado de la salud.

    La clase media en México es la que considera “a personas que apenas satisfacen necesidades mínimas y a sectores relativamente acomodados”, ubicadas dentro del segmento que comparte el poco más del 37 por ciento del ingreso, pero que en realidad incluye una población entre las que se observan grandes asimetrías.

    Los resultados de la encuesta del INEGI destaca que en el periodo de 2010-2012 hubo un crecimiento en la mayoría de los rubros que conforman el gasto corriente, excepto en la estimación relacionada con el alquiler de la vivienda, mientras que en el periodo de 2012-2014 ocurre lo contrario: se presenta un decremento en dichos rubros, con excepción de la estimación de las remuneraciones del trabajo subordinado, que en 2014 creció en 2.1 por ciento solo en el primer decil, en comparación con 2012.

    Hasta ahora las expectativas de crecimiento y desarrollo continúan siendo poco alentadoras, a pesar que se ha puesto en marcha una agenda de reformas de gran calado que tienen el objetivo de ayudar a nuestro país a salir del estancamiento económico, mismo que no se ha cumplido, al no mejorar el empleo y su remuneración, y por tanto, el panorama del gasto en los hogares mexicanos.

    Artículo anteriorGobierno de Jalisco UdeG y empresas crearán fideicomiso para Campus Party
    Artículo siguienteSegundo informe trimestral de 2015 de la Universidad de Guadalajara que se reporta en el portal Aplicativo de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público