El box más allá del ring

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Si hay una palabra que describa a la obra escrita por Luis Eduardo Yee y dirigida por Juan Jo Rubio, es visceral. Se trata de una puesta en escena que pondera el contacto de los cuerpos para hablar del box y de lo que les pasa a los deportistas antes y después de la pelea. Mandíbula está en un punto medio entre lo físico del deporte y la intensidad de los personajes en el teatro. No hay un ring encima del escenario, sino dos personajes enfrentando sus miedos, sus reflexiones y pensamientos, frente a frente, cuerpo a cuerpo. 

El personaje principal es Raúl “el Ratón” Macías, un personaje que existió realmente y que hoy es una leyenda del box mexicano, en su último duelo contra el favorito, el estadounidense Larry “Leyes” Gorman. Uno está peleando con su cuerpo para tener el peso ideal que un boxeador necesita y otro tiene un combate interno con sus orígenes y las miras de su futuro. Ambos se enfrentan en la obra. Contra ellos y contra sí mismos.

“Esta obra es un híbrido, toca temas reales que entran en lo documental y la ficción. Sí es box, pero no es llevar al espectador a que apueste por uno de ellos o tener a un réferi y a los jueces en escena. No es la pelea en sí, no es el deporte, no es golpearse hasta noquear a uno de ellos, no hay la parte sensacionalista de los golpes o la sangre, es ver la lucha más allá del cuadrilátero”, comenta al respecto Juan Jo Rubio, egresado de la licenciatura de Artes Escénicas para la Expresión Teatral de la Universidad de Guadalajara.

Los actores para esta obra recibieron un acondicionamiento físico especializado en box para entrar a escena, entrenaron más de tres meses con un boxeador profesional, con lo que se introdujeron en los personajes tanto física como emocionalmente. En una función, de hecho, Emiliano Aceves, que interpreta al “Ratón” Macías, tuvo una fisura en las costillas por uno de los golpes que recibió de Darío Rocas, quien interpreta a Larry.

“Estos son personajes muy viscerales, y todo el conflicto viene desde ahí, en una mezcla entre las vísceras, el corazón y la pasión a través del box. Es interesante atender esa parte, es un trabajo muy salvaje. Haciendo una convención entre lo que pasa arriba del ring y lo que les pasa a los personajes dentro”, comenta Rocas.

Mandíbula, presentada en este caso por Cultura UDG y Pata de Conejo Teatro, ya ofreció, además de la corta de estreno, una temporada larga a principios de año en el teatro Jaime Torres Bodet. La intensidad de los golpes y de los diálogos internos de los personajes se abren paso entre el público para hablar, al mismo tiempo, de una crisis personal y de una manera documental pero entretenida de mostrar la historia del boxeo y todos los fenómenos sociales y culturales que lo conciernen.

“Nos fuimos más a pensar que nuestro discurso podía ser dirigido sólo a personas afines al box, si hay alguien en el público que conoce la historia del box, la historia del ‘Ratón’ Macías, está bien, es un buen vínculo para iniciar, pero buscamos reforzar la otra parte que es el deportista como ser humano. El texto tiene algo muy marcado que nosotros hemos reforzado todavía más, que es cómo el menor estímulo para una persona para la otra persona puede significar el derrumbamiento de su mundo, la destrucción de su personalidad. Esa idea de la bola de nieve, algo pequeño que se puede convertir en una avalancha. Es decir, centrarnos en la esencia, no en la forma del boxeo”, comenta Rubio.

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