Publicado por primera vez en 1956, y clasificado por su autor como “un ensayo de antropología”, el libro de Édgar Morin profundiza en la naturaleza de la imagen y los procesos psíquicos de la participación del espectador. Obra que traza como línea directa la necesidad de una búsqueda estética, de explorar el lenguaje cinematográfico y la aproximación hacia la aventura artística dentro del cine.