De regreso a la normalidad

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    Terminaron las vacaciones y volvimos a nuestras rutinas diarias, trabajo, escuela, hogar. Algunos regresan cansados: en vez de descansar gastan energías, cuando se supone que son días reparadores. No es cuesta de enero, pero vuelven con tarjetas saturadas, lo bueno que hoy es quincena. Y ahí puedo llevármela sacando trapitos o removiendo heridas vacacionales que en menos que canta un gallo, o sea 4 meses, podríamos estar en las mismas condiciones, y me refiero a nosotros los estudiantes quienes vamos ya por la recta final, 15 dias de abril, mayo y segunda semana de junio fin de curso.
    Escribo esto para hacer no un llamado —¿cómo decirlo?—, una como propuesta a mis colegas para aprovechar vacaciones para seguir preparándonos en cursos o incluso pedir en algún sitio practicar aunque sea menor la tarea. Vi una encuesta de las mejores y la mía quedó debajo de universidades privadas. Sin embargo, pues no estoy de acuerdo con ella ya que conozco muchos compañeros que están bien colocados, lo que habla de nuestra capacidad. Ahora si la competencia está afuera, pero también significa poner en alto nuestra profesión.

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