Cumple la Universidad de Guadalajara

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La Universidad de Guadalajara sigue cumpliendo y cumpliéndole bien a la sociedad jalisciense. Le ha regresado con creces los incrementos presupuestales recibidos en los últimos años expandiendo su matrícula y su oferta de carreras; favoreciendo a grupos vulnerables y aumentando la calidad de sus programas de estudio; aportándole nuevos conocimientos y fomentando el desarrollo cultural de los jaliscienses. Pero este dinamismo podría disminuir si decae también el crecimiento del subsidio que recibe nuestra Benemérita institución.

De acuerdo con el Tercer Informe presentado por su Rector General, el maestro Tonatiuh Bravo Padilla, la Universidad de Guadalajara incrementó, en los último tres años, en casi 30 mil los nuevos lugares para estudiantes de todos los niveles. Este incremento sería equivalente a la creación de varias universidades norteamericanas tamaño promedio. Este esfuerzo de crecimiento se aprecia mejor si se considera que el mismo se ha dado de manera simultánea al constante retiro de profesores por jubilación.

Algo que la Red UdeG no ha logrado revertir del todo es la tendencia a concentrar la mayor parte de la matrícula en la zona conurbada de Guadalajara, en la cual se aglutina el 54 por ciento de la educación media superior y el 65 por ciento de la educación media superior; pero esto se debe a que la región Centro sigue acaparando gran parte de la población del estado y a que las diferentes administraciones estatales poco han hecho para llevar oportunidades económicas a las otras regiones. No obstante, el hecho de que el 46 por ciento de la matrícula de la educación media superior y el 35 por ciento de la educación superior esté en las regiones del interior no deja de ser un esfuerzo enorme, porque cuando arrancó la Red UdeG, hace poco más de dos décadas, casi toda la matrícula se concentraba en la región de la capital tapatía. En cambio, hoy en día, la UdeG tiene presencia en prácticamente todos los espacios del territorio jalisciense.

Respecto a la calidad, es de destacarse que Jalisco tiene la menor tasa de deserción escolar en la educación media superior en todo el país, con 6.2 por ciento; que ha creado novedosos programas de estudio en todos sus centros universitarios, dando prioridad a aquellos relacionados con las ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, que combinan una espacio del conocimiento en el cual se concentra ya el 34 por ciento de la matrícula de la UdeG.

Además, el año pasado 60 programas de licenciatura de la UdeG fueron o acreditados o re-acreditados y en ellos se inscribe el 92.7 por ciento de la matrícula total de licenciatura. Además, 13 carreras de seis centros universitarios están acreditadas internacionalmente y pronto podrían sumarse todas las del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), que son 13. Finalmente se destaca en el mismo rubro de calidad del Informe del Rector General el hecho de que los egresados de medicina son los que consistentemente obtienen los mejores promedios en los exámenes nacionales para la obtención de las residencias médicas.

Son muchos más los hechos que dan testimonios de la buena marcha de la UdeG, pero también debemos ser conscientes de los retos que debemos enfrentar, como el reemplazo y el entrenamiento de los nuevos docentes que vienen a atender la creciente matrícula, el mejoramiento de la infraestructura y el equipamiento y re-equipamiento por obsolescencia de los centros y preparatorias regionales; hacer realidad el proyecto de campus sustentable con el fin de disminuir el gasto corriente; fortalecer los departamentos a partir de la encuesta que se realizó; e incidir más en el desarrollo tecnológico, social, político y cultural de cada región; sin olvidar, por supuesto, el desafío presupuestal en los tiempos de austeridad que se avecinan.

Aunque el Rector General, Mtro. Tonatiuh Bravo Padilla, afirmó que las finanzas universitarias son sanas como resultado de los incrementos al subsidio recibidos de parte del Gobierno de Jalisco, los recortes al gasto público federal podrían afectar la buena marcha de nuestra Benemérita Universidad. Esperemos, sin embargo, que eso no ocurra y que en todo caso, los recortes se vayan a otros gastos superfluos y no a la educación.

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