Cultura financiera cómo hacer para que el dinero alcance

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Las deudas son un círculo vicioso que no permite ahorrar a Axel Daza Magaña, estudiante de Sociología, de la UdeG, ya que compromete el 50 por ciento de su sueldo. “Las estoy acumulando desde hace dos años a la fecha, y se suman nuevas. El dinero no me alcanza para nada. Todavía vivo con mis papás. Si no fuera así, sería peor”.

Parte de su sueldo lo gasta en música y diversiones, en alimentos y gasolina, más el pago por atención veterinaria y comida para un perro que adoptó, la adquisición de libros y las aportaciones económicas a su casa.

 “Mi sueldo lo voy gastando hasta que ya no tengo nada. Me pagan cada mes, y al final casi no me queda dinero. Entonces tengo que volver a pedir prestado”.

Axel, quien se dedica a filmar videos, tuvo una tarjeta de crédito, pero la canceló desde diciembre, después de un año y medio de usarla, porque se le olvidaba pagar y su adeudo crecía.

“Sé que una de las leyes de la economía moderna es no gastar más de los ingresos, pero no lo hago”.

Este estudiante, como muchos jóvenes mexicanos, sufre las consecuencias de unos hábitos financieros inadecuados, lo que es propiciado por una escasa educación en la materia desde nivel básico.

“La cultura financiera es la manera en que cada persona se relaciona con el dinero, y abarca cómo lo utilizamos, qué pensamos y aprendemos de éste”, afirmó Alicia Márquez, académica del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).

“Comprende hábitos que toda persona puede desarrollar, basados en el orden y la disciplina para administrar el dinero”, agregó la maestra en Administración financiera Marisol Madrigal González, quien impartió un curso de educación financiera en el CUCEA.

Otros aspectos son la planeación de los gastos, de manera que éstos no excedan los ingresos, el uso adecuado de tarjetas de crédito, la tendencia al ahorro y el emprendimiento de nuevos negocios.

Un buen manejo del dinero acarrea beneficios en lo individual. La persona gana tranquilidad, puede enfrentar gastos urgentes o imprevistos y genera confiabilidad al tener un historial crediticio impecable.

Sin embargo, esta cultura entre los jóvenes de 18 a 25 años, es escasa o nula, agregó Márquez, maestra en finanzas con especialidad en riesgos y logística financiera.

Cultura financiera en números
De acuerdo con el estudio “Cultura financiera entre los jóvenes”, que realizó el Banco Nacional de México (Banamex) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para conocer la capacidad de la juventud mexicana en el manejo financiero, de 3 mil 200 jóvenes de 15 a 29 años encuestados, el 54 por ciento reconoció no registrar cómo manejaba el dinero, el 56 por ciento que gastaba todo su dinero y no le sobraba nada, y el 20 expresó que encuentra mayor satisfacción en gastar que ahorrar para el futuro.

Además, el 9 por ciento explicó que se endeuda para cubrir sus gastos. De los jóvenes que tienen una tarjeta, el 35 por ciento paga más del mínimo o un poco más; el 4 paga cuando puede y el 2 no ha podido cubrir su adeudo.

El estudio no contiene datos que describan la situación estatal, pero de acuerdo con la opinión de los expertos entrevistados, la cultura financiera en Jalisco tiene deficiencias al igual que el resto del país.

Errores garrafales
“Los comentarios de muchos jóvenes en contra del dinero y sobre lo difícil que es ahorrar, dan evidencia de una cultura financiera negativa, al reflejar una mala opinión”, explicó Alicia Márquez. Las justificaciones más recurrentes son “el dinero corrompe a las personas y las cambia”, “más vale ser pobre, pero honrado”, y “cuando los interrogo sobre el ahorro, externan: ‘aquí en México está muy difícil, maestra. Es muy complicado ahorrar, porque los sueldos están muy mal y hay trabas para invertir’”.

Algunos no saben lo que es un registro de gastos e ingresos (lo que ganan), otros rechazan la posibilidad de emprender y aseguran que los negocios son para los ricos.

En este sentido, uno de los errores que cometen los jóvenes cuyas edades oscilan entre los 18 y 25 años es no prever a futuro y carecer de un plan financiero, que debe incluir los gastos en bienes y servicios, los ingresos con que se cuenta y la detección de nuevas fuentes de ingreso para alcanzar alguna meta, como comprar un coche.

En cuanto al uso de tarjetas de crédito, es frecuente que no sepan usarla. “Desconocen cuál es la tasa de interés (que oscila entre 30 y 60 por ciento anual), y suelen dejar de pagar o cubrir el mínimo, que significa pagar sólo intereses y no la deuda. Lo aconsejable es cubrir el total o más del mínimo”.

Comprar en base a la impulsividad, la oferta del momento, la competitividad con el otro y para no perder estatus es otro mal hábito. “Los gastos deben obedecer a la necesidad, basados en la reflexión y la comparación con otros productos similares”, explicó Madrigal González. También dijo que las deudas no deben abarcar más del 30 por ciento de los ingresos netos, sin incluir pago de impuestos y otros descuentos de nómina.

Otra equivocación es no ahorrar por lo menos el 10 por ciento de los ingresos para tener una inversión que les ayude a generar más recursos, y eliminar la idea de que “no ahorro porque no me alcanza”, dijo Alicia Márquez.

Recomendó que cuando una persona logre juntar una pequeña cantidad, de 10 mil a 20 mil pesos, trate de multiplicar el dinero en un negocio o abriendo otra fuente de ingreso, ya que los intereses que paga el banco son muy bajos, y con la inflación la ganancia es mínima.

“Tengo una alumna que después de juntar una pequeña cantidad decidió dedicarse a poner uñas. En menos de dos meses había recuperado la inversión y a los cinco meses ya tenía ganancias, y ningún banco le hubiera pagado por sus ahorros el 30 por ciento mensual de interés que ella obtuvo”.

Causas
El bajo nivel en cultura financiera entre el grupo de jóvenes de 18 a 25 años tiene como causa la escasa educación sobre la materia que recibieron desde nivel básico. En muchas primarias, secundarias y preparatorias todavía no hay una materia enfocada a la administración del dinero, conocimiento que se requiere en la vida diaria. A eso hay que sumar la transmisión de una cultura financiera negativa de padres a hijos, continuó Márquez.

La educación financiera debería ser impartida de manera obligatoria desde nivel preescolar para enseñar a los niños la importancia del ahorro y la administración de los recursos. A los ocho o nueve años, a través de diferentes juegos y actividades recreativas, podrían aprender lo que significa el emprendimiento, agregó.

La importancia de inculcar buenos hábitos financieros desde temprana edad, como sucede en Chile y Estados Unidos, radica en que a los 18 años o más es difícil que cambien de costumbres, dijo Carmen Leticia Jiménez Reynoso, académica del Departamento de Economía, del CUCEA.

Hay actualmente esfuerzos por parte de organismos públicos para difundir la educación financiera. Al parecer, la Secretaría de Educación Pública (SEP) quiere sumarse a partir del ciclo 2018-2019 abriendo la posibilidad de impartir las materias de “Educación financiera” y “Habilidades para emprender” en las escuelas de formación básica, según noticias publicadas en algunos medios de comunicación durante marzo pasado.

La información no arroja detalles de la manera en que esta institución quiere lograrlo, ni sus objetivos sobre la materia. Para ahondar en el tema pedimos información a la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ), pero hasta el cierre de esta edición la solicitud no fue contestada.

Ana Estela Durán Rico, delegada regional de occidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), aseguró que hay interés de la SEP de que la institución emita opiniones al respecto. 

Con el fin de difundir la cultura financiera, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y Condusef publican manuales dirigidos a la familia y maestros de primaria y secundaria, además de cuentos para niños, juegos de mesa y la revista Proteja su dinero.

En los manuales, que pueden descargarse de internet en la página http://eduweb.condusef.gob.mx/EducaTuCartera/guias.html, las explicaciones son claras y las ilustraciones atractivas, pero los ejemplos suelen ser pocos por concepto, uno o dos, y los niños no alcanzan a asimilarlos, además de que es necesaria una mayor difusión entre todos los pequeños y escuelas, señaló Alicia Márquez.

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